El director de C&T Asesores Económicos, habló en la 99.9 sobre la situación del país en el contexto de baja del riesgo país y que es lo que implica tener déficit cero para el gobierno.
La situación económica del país, sigue dando señales muy importantes de un ordenamiento. La baja del riesgo país, ha sido uno de los puntos más destacados en los últimos días, pero no es un tema sencillo el ordenamiento que todavía no está ni cerca de finalizar.
El director de C&T Asesores Económicos, Camilo Tiscornia, habló en la 99.9 sobre estos puntos en particular: “ha habido en las últimas jornadas una mejora muy importante, sobre todo en un indicador que es el riesgo país. Está atado a algo inédito prácticamente en la historia argentina, que es la performance fiscal que está habiendo, sobre todo teniendo en cuenta de dónde veníamos. Esto es una diferencia enorme y que explique en buena medida estos resultados que estábamos hablando recién”.
Esta idea del déficit cero que desde la oposición indican que es imposible, también empieza a tener efectos inmediatos en ciertos índices que a su vez, repercutieron en el índice del Riesgo País: “el gobierno ha hecho énfasis en esto que se llama el déficit cero, que es que el Estado no gaste más de lo que ingresa pero hay que tener en cuenta que además de esa cuenta que habla como si fuera del flujo de ingresos y gastos recurrente de cualquier familia, el Estado argentino está endeudado y tiene que devolver lo que le prestaron. Un gran problema que hay es que el año que viene, por más que hoy el gobierno esté equilibrado en su día a día, hay que enfrentar pagos con acreedores privados están en torno a los $10.000 millones de dólares. No saber de donde saldría ese dinero es lo que mantenía en gran medida el riesgo al riesgo país en un valor muy alto. Lo que ha ocurrido en las últimas jornadas es que, por algunos anuncios del gobierno, que dijo que ya va a disponer de los fondos para pagar en el mes de enero, que es uno de los vencimientos, y por la baja del riesgo país que esto fue provocando, es como que se va potenciando la perspectiva de que el año que viene el gobierno pueda hacer frente a esos compromisos. Entonces, obviamente, baja la percepción de riesgo”.
Para Tiscornia, todo lo que está sucediendo es exactamente lo que pretendía el gobierno de Javier Milei porque la herramienta del déficit fiscal no es aplicable al contexto argentino: “son todas las consecuencias absolutamente previsibles y estudiadas del déficit fiscal que es una herramienta de política económica, en principio absolutamente genuina, usada por montones de países, y la gran mayoría de los países tiene déficit fiscal. Lo que pasa es que así como es una herramienta que se puede utilizar en determinados contextos y con determinados fines, mal utilizada provoca enormes perjuicios para el funcionamiento de la economía en general. Empezando porque, por un lado distrae financiamiento que podría ir al sector privado para financiar al estado, porque además mal manejado termina aumentando la prima de riesgo y hace que el endeudamiento sea cada vez más caro y por supuesto, como hacemos en la Argentina, cuando además de todo se recurre a la emisión monetaria para financiarlo, a la larga termina en inflación, que es un problema más grave aún todavía para el funcionamiento económico”.
A pesar de las buenas noticias que se comunican, también se empezó a hablar de un nuevo préstamo por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). En ese sentido, el economista explicó que “hay que entender que el foco del gobierno en el resultado fiscal es solo uno de los temas que ha tenido que atacar producto de las malas políticas del gobierno anterior. Hay todavía persistente, en principio, todo un problema en desequilibrio monetario, y la parte fiscal relacionada con la deuda es bastante complicada que requiere otro tipo de cosas y que lleva esta famosa pregunta de si en la Argentina, más allá de que la situación fiscal puede estar ordenada, van a aparecer los dólares. La pregunta es ¿si Argentina ordenó la parte fiscal, podrá conseguir los dólares que necesita para todo el funcionamiento que hace falta, incluido todo lo que fue el exceso monetario del gobierno anterior? Queda flotando todavía en el aire la respuesta y está muy asociada al tema del cepo que yo creo que es la otra gran materia pendiente que tiene el gobierno por delante. Lo que refleja el cepo es que en la Argentina siguen sobrando muchos pesos, más allá del ajuste fiscal. Cuando eso pasa automáticamente, si el mercado estuviera libre, podría implicar una presión sobre el tipo de cambio. Es en este contexto que se habla de que tal vez con un préstamo del Fondo Monetario se podría enfrentar este problema más rápidamente. Personalmente soy de la idea de que no conviene tomar plata del fondo para resolver el problema del cepo”.
En cada variante de la economía, la presencia de un déficit fiscal en baja constante es el factor distintivo del gobierno respecto a los años de peronismo: “no hay sistema de tipo de cambio controlado llamémosle, que pueda coexistir con un déficit fiscal es imposible; tarde o temprano colapsa. El que se pueda mantener el equilibrio fiscal es una diferencia importante. En los 90 la situación fiscal arrancó ordenada porque el gobierno hizo un ajuste muy fuerte. Muchos dirán que fue porque hizo las privatizaciones, que esto le generó recursos al estado y de manera transitoria. No solo fueron las privatizaciones, hubo un ajuste fiscal importante también a mediados de la década, con la reforma previsional de corto plazo, se sabía que iba a haber un aumento del déficit fiscal. Y eso obviamente, cuando después se complicó la parte internacional, terminó siendo el fin de la convertibilidad. Entonces, lógicamente, hoy no está el déficit fiscal, eso es una gran diferencia”.