El arquitecto Carlos Aguer, brindó detalles en la 99.9 sobre la llegada a Mar del Plata de la empresa Fubao Food Company SA que se instalará en el puerto local con una planta de alimentos súper congelados: “tenemos el 80% de las máquinas listas en China y el 20% restante se acomoda de acuerdo a la disposición edilicia”, adelantó sabiendo que a finales de año podrían llegar a la ciudad.
La llegada de la empresa Fubao Food Company Argentina S.A. a la ciudad para montar una planta de alimentos súper congelados elaborados con pescado y vegetales de Mar del Plata y zona; es una de las inversiones fuertes que habrá en los próximos meses. Ya se ha realizado la entrega de las llaves de un ex frigorífico donde se montará la nueva fábrica.
El representante de la empresa en la ciudad es el arquitecto Carlos Aguer que habló en la 99.9 sobre su relación con esta compañía de capitales chinos: “llegó a contactarme con estos empresarios por mi trabajo de arquitecto. Les construí una fábrica en Rosario y un hotel en Mar del Plata. Es una de las empresas más grandes de China que maneja toda la cadena de frío y se ha dedicado desde hace unos años a los alimentos super congelados”.
Cuando intentaron expandirse, trató de traerlos hacia la ciudad. “Surgió la posibilidad de venir a Sudamérica y en principio la plaza era Brasil, pero uno es argentino y está radicado en Mar del Plata por lo que hicimos un contacto con el presidente del Consorcio Portuario, Martín Merlini, que nos dio la oportunidad de licitar una planta que estaba abandonada”, dijo sobre la chance concreta que le abrió la puerta a la inversión.
Esta necesidad de generar alimentos, tiene que ver con lo que está sucediendo en el país asiático socialmente y a través de una decisión del estado: “El esquema comienza con que ellos tienen un problema con el tema de la producción de alimento a nivel mundial. Las poblaciones se urbanizan como una estrategia del estado para que estudien y vayan a la Universidad buscando el progreso del país pero genera un problema en la capacidad de generación de alimentos. En tres generaciones, tendrán millones de profesionales y los granjeros de China ya viven en la ciudad”, explicó Aguer.
Ahora lo que tiene que comenzar es el armado de la planta en la ciudad, algo que no es sencillo de hacer porque se traerán maquinarias del exterior: “ayer nos entregaron la llave. Es muy complejo saber cuando comenzará la producción. Estos alimentos los producen solamente máquinas, en el proceso de elaboración no lo toca ninguna persona. En la fase previa sí, tanto en la carga, descarga y limpieza; pero en las cabezas de las lineas de montaje sólo está el ingeniero que diseña los alimentos y de ahí va por una cinta y se cose, se congela, se arma y sale ya envasado para guardar en las cámaras. La idea es para el mercado interno y Mercosur, nos han dicho que quieren llegar hasta México”, anticipó.
Si bien es recién un primer paso que se está dando, Aguer anticipó que habrá una fuerte inversión de la empresa en la ciudad sobre todo teniendo en cuenta el estado del edificio que les entregaron: “la inversión es grande porque hay cabinas de elaboración presurizadas y las cámaras tienen protocolos de nivel internacional. Lo que vimos ayer es que hay que hacer mucho en la planta y calculamos más de dos millones de dólares de inversión”.
Las máquinas se traerán específicamente desde el exterior porque la empresa no quiere arriesgarse a que los alimentos queden fuera de los estándares: “todo viene de China porque son las fábricas que proveen las líneas de montaje al grupo. Son las mismas que están en Australia, Estados Unidos y China; las arman, desarman y trasladan los mismos ingenieros. Se trae todo de allá porque no quieren tener problemas con los protocolos y que luego no les habiliten las maquinarias. Tenemos el 80% de las máquinas listas en China y el 20% restante se acomoda de acuerdo a la disposición edilicia”.
A medida que avanzaron en la intención de llegar al país, se han encontrado con otros problemas que no les permiten saber a ciencia cierta como serán los pasos de la instalación en la ciudad: “a fines de diciembre o enero estarían las máquinas en el país. La incertidumbre que da la Aduana es grande y nos ha costado mucho trabajar no sólo para ingresar las maquinarias, sino también para que lleguen los Ingenieros a hacer su trabajo. Estuvimos meses para que nos den una visa para que estén tres días en el país ingenieros que vienen a invertir en el país”, ejemplificó.