El intendente municipal habló en la 99.9 sobre los múltiples destratos que recibió de la gobernadora sin que hubiera existido nunca un inconveniente: “el pueblo es maduro y castigará a la gobernación por estas actitudes”.
El intendente de General Pueyrredón salió a decir las verdades que había guardado respecto de la falta de relación con la gobernadora María Eugenia Vidal pero por una propia decisión de la mandataria provincial. La frase que quedó fue que la dirección de la Municipalidad es en la calle Hirigoyen y no en el Hotel Provincial, pero es algo aún más profundo.
“Dije lo que tenía que decir. La situación la soporte 2 años para no dificultar la relación, pero llega un momento donde no se puede más”, dijo Arroyo en la 99.9. Luego abundó: “hace más de dos años que no tengo una comunicación telefónica con la gobernadora para ver que necesitamos o en que podemos trabajar. Todo el mundo fue testigo de distintas situaciones en las visitas a Mar del Plata que son inaceptables. La única diferencia que tenemos con la gobernadora es que no pertenezco a su círculo político en el partido”.
Por otro lado, remarcó que ha recibido el apoyo económico, pero es una responsabilidad también del gobierno provincial: “nunca negué que la Provincia colaboró, siempre agradecí a Provincia y Nación por todo lo que hicieron. Mientras la Nación y la Provincia cobran impuestos, los municipios tienen tasas que es el precio de un servicio y eso no es lo mismo. Todos los municipios estamos sometidos a un sistema donde es muy poco lo que se puede planear para hacer obras públicas. Cuando dicen que nos ayudaron, lo único que hacen los todos políticos es devolverle al pueblo por lo que antes pagó”, explicó.
Incluso destacó como la relación con el vicegobernador Daniel Salvador, sin tener conocimiento previo, es muy distinta: “no tiene una relación directa conmigo pero en distintas oportunidades tuvo la deferencia de avisar y venir a Mar del Plata. Ha tomado un café conmigo y ha preguntado como está la ciudad y qué necesitabamos. Es un caballero y lo debo destacar porque lo hizo sin que uno lo llame ni le pida nada. La gobernadora, por el contrario, huía, no hablaba de nada. Estuve en una mesa con Carolina Stanley, la gobernadora, Mirta Legrand y terminamos hablando con Legrand y no con Vidal”.
Para el intendente Arroyo estos desplantes no tienen que ver con él, sino que representa un desplante al pueblo marplatense: “todo esto no es una falta de respeto a Arroyo, el problema es lo que represento. Si no se me escucha y se me destrata, le están faltando el respeto a la investidura del intendente. No pueden ignorar que a mi me votaron más de 183.000 marplatenses. No necesito nada de la gobernadora, pero el tema pasa porque mi investidura representa a todo el pueblo de Mar del Plata”.
Ante esta situación, la postura del intendente es clara hacia los propios marplatenses: “el pueblo es adulto y castigará estas actitudes del gobierno provincial. Tenemos dos caminos: o seguimos dependiendo de los gobierno centrales como sucede históricamente o le ponemos un freno a esto diciendo “acá estamos nosotros” también poniéndole el freno a los grupos económicos que continuamente explotaron la ciudad. Eso lo sabe todo el periodismo de Mar del Plata, pero no se dice”, remarcó.
Gente como Aldrey Iglesias durante años ha tenido poder en la ciudad, hasta la llegada de Arroyo. Por eso, la cercanía de Vidal con el español hacen creer que la búsqueda pasa por regresar al dominio espúreo de la ciudad: “temo que si me toca dejar la intendencia, los grupos de poder vuelvan a explotar la ciudad. No podemos volver para atrás con las explotaciones que hace un grupo de vivos. A la ciudad la arruinaron durante muchos años”, finalizó.