El abogado de Patricia Kadgien y su marido, Juan Carlos Cortegoso, aseguró que el cuadro en disputa ingresó al país en 1950, mucho antes del nacimiento de su defendida, y cuestionó el accionar de la justicia federal. Reclamó respeto por el debido proceso y sostuvo que la pareja siempre estuvo a derecho.

El abogado Carlos Murias, representante legal de Patricia Kadgien y su esposo, Juan Carlos Cortegoso, se refirió en la 99.9 a la causa judicial en torno a un cuadro que habría pertenecido a un jerarca nazi. “Yo soy abogado de la familia desde hace 32 años y conozco la integridad de Patricia y de Juan Carlos, ambos de muchísimo trabajo. No me caracterizo por ser un abogado mediático, pero en este caso estoy frente a una verdadera injusticia”, expresó.
Murias explicó que la obra ingresó al país en 1950 junto a Katjien, padre de Patricia: “El señor Kadgien nace en 1907 y entra a la Argentina en 1950. Patricia nace en 1965, cuando su padre ya estaba instalado en el país y casado en segundas nupcias. Al fallecer en 1979, ella tenía 13 años. El cuadro que hoy ocupa la investigación penal ingresó al país cuando Patricia no había nacido. Al dividirse los bienes en la sucesión, ese cuadro se adjudicó a Patricia, quien lo tuvo desde el primer día en su poder, exhibido de manera pública, pacífica e ininterrumpida en su domicilio. Jamás ocultó ni conoció el origen de la obra”.
El letrado cuestionó la forma en que sus defendidos tomaron conocimiento de la causa: “Recién el 25, cuando allanan la casa, Patricia se entera de la existencia de un reclamo judicial. Nunca antes había recibido notificación alguna. El allanamiento, hasta donde sé, fue producto de una denuncia de ARCA, no por contrabando —que estaría prescripto— ni por robo o hurto, sino por encubrimiento de contrabando, cuando mi clienta tenía apenas 13 años al momento de la muerte de su padre”.
Murias insistió en que la familia actuó de buena fe: “El 26 me presenté personalmente en la Fiscalía Federal para hacer saber la voluntad de mis clientes de estar a derecho y comunicar el inicio de una acción declarativa de certeza. Allí iba a consignar inicialmente el cuadro y ejercer los derechos que asisten a mis representados. También pedí que se cite al fiscal federal a la diligencia de consignación. Ese cuadro no va a permanecer en nuestro poder, será entregado a la justicia civil o federal, pero vamos a ejercer todos los derechos de mis clientes”.
Respecto a la situación procesal de la pareja, explicó: “Ambos están detenidos, con arresto domiciliario, a la espera de la indagatoria que estimamos será mañana. Allí darán estas mismas explicaciones y aportarán la documentación ya presentada ante el juez civil. No estamos ante delincuentes que rehuyen a la justicia, todo lo contrario, han estado a derecho en todo momento”.
Sobre la ausencia del cuadro en el allanamiento, Murias detalló: “No estaba por tres motivos: primero, porque habíamos evaluado realizar una pericia; segundo, por seguridad, ya que la dirección de mis clientes se hizo pública; y tercero, porque el cuadro iba a ser consignado judicialmente. Resulta llamativo un segundo allanamiento cuando ya se había informado al fiscal la intención de consignar la obra en el marco de un proceso judicial”.
Finalmente, el abogado se mostró confiado en una pronta definición: “Esto va a encontrar resolución seguramente en el día de hoy o mañana a más tardar, de acuerdo a lo que resuelva el juez a cargo del proceso”.