La periodista de la Gaceta del Oeste habló en la 99.9 luego de que se hiciera público el cruce que tuvo con el gobernador Axel Kicillof al marcarle una frase que había dicho durante la cuarentena el año pasado.
El episodio tomó notoriedad el fin de semana, pero había sucedido antes. La periodista Carolina Gasparini tuvo un cruce con el gobernador Axel Kicillof en su visita a Chivilcoy luego de que le recordara que en su momento había cometido errores graves como pedir que “pongan cara de coronavirus” para una foto.
La repercusión fue muy amplia y la propia periodista explicó como fue la situación a través de la 99.9: “nunca realmente pensé que iba a tomar la repercusión que tomo, pero también eso nos lleva a reflexionar porque sucedió eso. El hecho pasó el martes y en particular en la Gaceta recién lo subimos el jueves”.
Para Gasparini hay que tomarse un tiempo para reflexionar porque lo que tomó mucho vuelo era lo menos importante: “tenemos que pensar varias cosas, para estar sincera a mí me parece que puede ser mucho más complicada lo que le dije después que ese cruce de la cara de coronavirus y ahora me parece que quizás será mucho más importante que él conteste porque algunas ciudades reciben de a decenas de patrulleros y hay otras ciudades que tienen que comprar sus patrulleros o sus ambulancias, eso me parece que quizás mucho más importante que el cruce de la cara de coronavirus. Lo mismo debe porque vi que también cómo se gestiona o cómo se hace lo del fondo de infraestructura municipal. No pudo responder nada, habla de una falta de respeto que no existió”.
Incluso desde su cobertura periodística, no es habitual que se puedan hacer preguntas a un gobernador cuando llega a hacer un acto de esas características: “a mi me dijeron que íbamos a poder hacer tres preguntas, te soy sincera nunca me dijeron que es lo que vas a preguntar, ni una bajada de linea. Creo que subestimaron las preguntas desde el interior pero que él nunca tampoco se espero que lo increpé. Estuve escuchando todo lo que decía que hicimos mal tanto la sociedad como por supuesto los gobernantes que no son de su signo político. Él también tuvo errores y se lo quise marcar”.
El discurso político habitualmente, no admite el error y ataca cuando se le increpa por cualquier situación: “está bueno que tengan que pedir disculpas cuando se equivocan, es algo que le enseñamos a nuestros hijos algo que nos pasa con nuestra familia con otros amigos o sea que no se va a equivocar. No puede ser que tengan esa cosa de que el poder se construye a partir de decir nunca me equivoque”.