También de Víctor Astrella, ex directivo de la empresa TBA. Todos están condenados por la Tragedia de Once, y habían pedido la prisión domiciliaria por temor a contagiarse.
La lluvia de pedidos de excarcelación y prisión domiciliaria por parte de varios presos condenados por causas de corrupción empezó a chocar contra el paraguas de la justicia: pese a la feria judicial extraordinaria, este jueves al atardecer la Cámara Federal de Casación Penal rechazó el pedido de salir de la prisión de tres condenados por la tragedia ferroviaria de Once, en la que murieron 52 personas. El ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, el empresario Claudio Cirigliano y el directivo de la firma TBA -de Cirigliano- Víctor Astrella seguirán en sus celdas.
La Sala de Feria de la Cámara, integrada por Gustavo Hornos, Alejandro Slokar y Daniel Barroetaveña, rechazó por mayoría los recursos de Casación interpuestos por las defensas de los tes condenados, quienes solicitaron la prisión domiciliaria por la pandemia originada por la propagación del coronavirus.
Hornos y Barroetaveña entendieron que esa negativa se encuentra justificada en los respectivos informes médicos recabados en relación a cada uno de los peticionantes, sus condiciones personales, y las condiciones en las que cumplen su condena en el penal federal de Ezeiza.
Como en otros rechazos a excarcelaciones y morigeraciones de penas firmados en la justicia estos días, la Casación le encomendó al Tribunal Oral Federal 2 -que condenó a los acusados-que “adecue de la mejor manera sus medios para garantizarles la salud en el contexto extraordinario actual de pandemia generalizada”.
“La concesión como el rechazo de un pedido de prisión domiciliaria no debe resultar de la aplicación ciega, acrítica o automática de doctrinas generales, sino que debe estar precedida de un estudio sensato, razonado y sensible de las particularidades que presente cada caso que llega a conocimiento de los tribunales competentes”, escribió el juez Hornos para fundamentar su voto respecto a Schiavi, que al igual que en los otros dos casos sumó la adhesión del juez Barroetaveña.
“En este debido estudio de la situación integral de Juan Pablo Schiavi, el Tribunal Oral Federal 2 puso en resalto una serie circunstancias objetivas que evidenciaban la razonabilidad del mantenimiento del modo de ejecución de la pena que viene cumpliendo en encausado”, recordó Hornos.
Y copió un párrafo de la resolución del Tribunal Oral, según el cual “la autoridad penitenciaria ha dictado los protocolos y directivas de actuación que antes se referenciaron con el objetivo de asegurar el acatamiento de los estándares fijados por las disposiciones internacionales y nacionales para la prevención de la pandemia ocasionada a causa del COVID-19”.
Hornos también apoya su voto en el informe elaborado por la División Asistencia Médica de la Unidad 31 del Servicio Penitenciario Federal, según el cual “Juan Pablo Schiavi “no cursa enfermedad infectocontagiosa, y cuya dolencia actual se vincula con un diagnóstico presunto de hernia”.
“A ello se agregó que al día de la fecha, no se había informado de la existencia de otros internos de la misma unidad o pabellón en que se encuentra alojado que cuente con el diagnóstico de la enfermedad o se halle dentro de los casos sospechosos.”
L¿El TOF había advertido que “la mera invocación de la defensa de encontrarse su asistido dentro de la población de riesgo que al efecto determinaron las autoridades médicas internacionales y la especial vulnerabilidad en la que se encontraría tanto por sus patologías de base como por la situación de encierro, por sí misma, no puede constituir un argumento suficiente para modificar el estado de encierro en el que se encuentra Schiavi”.
Las argumentaciones fueron similares en los escritos destinados al ex dueño de TBA, Claudio Cirigliano, y el directivo de esa firma, Víctor Astrilla. En los tres casos, el doctor Alejando Slokar votó en disidencia, manifestando la voluntad de ordenar al TOF 2 que otorgue la prisión domiciliaria de los condenados.