Miembros de CTERA llevaron fotos de los agentes que participaron en el operativo del 1° de agosto. Y los acusaron por la desaparición. Entre los alumnos estaban sus hijos.
Militantes de CTERA se acercaron esta semana a distintas escuelas de Esquel donde expusieron a los chicos los instructivos dedicados al caso de Santiago Maldonado, acompañando el contenido con una serie de fotografías de los comandantes principales de los escuadrones de Gendarmería Nacional de El Bolsón, José de San Martín y esa misma localidad cordillerana. La situación generó el llanto y la vergüenza de varios de los hijos y chicos que estaban presentes, familiares directos de los agentes, que vieron cómo eran señalados sus padres bajo la calificación de “asesinos”. También se registraron problemas con maestras indignadas que no pudieron contener las lágrimas frente a los propios alumnos.
La denuncia fue realizada por la esposa de uno de los comandantes de Esquel en un grupo de Whatsapp y en una cuenta comunitaria de Facebook.
Según relataron a Clarín algunos de los gendarmes, cuya foto circuló por las escuelas de la zona, el martes por la mañana llegaron a Esquel representantes del gremio docente CTERA desde Buenos Aires, para entregar los instructivos en los que se habla de Maldonado y a la vez se acusa directamente a Gendarmería Nacional de su desaparición a pesar de que eso aún no fue comprobado en la investigación.
“Nuestros hijos se largaron a llorar, estas personas vinieron desde Buenos Aires, se acercaron a los alumnos y les iban mostrando las fotos de cada comandante, entre esas estaba la mía, y les decían este es un asesino. Algunos chicos no soportaron la presión y rompieron en llanto”, le explicó a este diario una alta autoridad de la fuerza basada en Esquel.
“Fueron hasta la escuela de mi hijo, a un sexto grado y le comenzaron a mostrar fotografías de mi marido, del comandante de Esquel y de El Bolsón y les dijeron a los pibes: estos son los asesinos de Maldonado, lo mataron, lo tienen y lo enterraron. Todas esas tonteras les dijeron”, señala una madre en un audio de un grupo de apoderados de Whatsapp al que Clarín tuvo acceso. “Entonces mi hijo se largó a llorar porque que le digan que su padre es un asesino es el colmo ya”, continuó la mujer.
La situación provocó un clima muy tenso en las escuelas de una zona donde la pérdida de Maldonado se vive con especial intensidad, cuentan testigos. En las redes sociales se relataron situaciones de maestras llorando de impotencia ante las acciones de los militantes.
En toda la Cordillera, los miembros de Gendarmería Nacional y sus familias están profundamente arraigados en la sociedad. Es común que los gendarmes acudan a llamadas de auxilio o desarrollen tareas voluntarias en una región en donde la población es escasa y el clima muy adverso. El caso Maldonado ha generado un quiebre en esa relación de confianza entre los vecinos y agentes, cuentan personas en Esquel. La aparición de los docentes porteños vino a chicanear el conflicto al interior de las instituciones educativas en un momento muy delicado, explican apoderados de la localidad.