El líder de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) hizo polémicas declaraciones desde la cárcel. “Odio a Macri, odio a la Bullrich”.
Horas después de que el juez adelantara parte del informe pericial que indica que el cuerpo de Santiago Maldonado no presentaba lesiones externas y que los indicios apuntaban a que murió ahogado, el líder mapuche Facundo Jones Huala habló desde la Unidad Penitenciaria 14 de Esquel, donde está detenido desde hace cuatro meses. Se quebró al recordar a Santiago, acusó a la Gendarmería, y criticó muy duro al gobierno.
Al borde del llanto y con la voz quebrada, Facundo Jones Huala, habló con una radio. “Tengo mucha rabia, mucha pena. Tenés razón, son unos hijos de puta. Es una porquería esto. Gendarmería es una mierda. Así como amamos odiamos, siento mucho odio. Es muy grave esto que pasa. Esto no puede quedar así, la sangre no debe ser negociada jamás y tiene que haber venganza de los sectores populares, del pueblo organizado, movilizado de los compañeros de Santiago”.
“Los anarquistas, los encapuchados, porque Santiago fue un encapuchado y yo la verdad es que le agradezco de todo corazón al compañero porque cuando se cumplían esos 30 días de detención injusta, vino, acompañó porque había reprimido en Bariloche. Él fue uno de los que reventó los vidrios del juzgado de acá, de Esquel, y el compañero estuvo peleando codo a codo. Me duele mucho que mientan sobre él ¿Por qué no dicen las ideas que tenía el compañero? El compañero era anarquista, nosotros somos mapuches. Tenemos diferencias ideológicas con el anarquismo pero hay que respetar las ideas. Si Santiago estuviera, estaría combatiendo en las calles, en las barricadas”, remarcó Jones Huala en el programa Rompiendo Moldes, de radio Rebelde.
“No tengas dudas de que si yo estuviera libre estaría en las barricadas, estaría tirando bombas molotov, estaría atacando los símbolos del capitalismo contra los que Santiago combatió, por los oprimidos, los pobres que somos nosotros los Mapuches, los Tehuelches, por los pueblos oprimidos, -señaló Huala-. Odio a Macri, odio a la Bullrich, los odio porque son unos hijos de puta, son una basura. Y encima nos quieren echar la culpa a nosotros, a los que combatieron palmo a palmo con Santiago”. Y añadió: “Este gobierno que está en el poder es un sistema inhumano, antinatural, es tan capitalista y tan deprevadamente de derecha y facistoide que ha hecho todo lo que hizo. Es el brazo civil de la última dictadura militar.”
Un poco más calmo, recordó cómo fue el momento del operativo de Gendarmería, mientras él estaba detenido. “Se cumplía un mes, justo había empezado una huelga de hambre. El día anterior a la desaparición de él había una protesta en Bariloche con nueve detenidos, algunos parientes míos, mi hermano, mi primo, gente de otras comunidades. Había habido enfrentamientos acá en Esquel y el compañero se acercó como su conciencia solidaria humanista. Me contaron que él se acercó con gente de mi familia, compartieron, creo que se puso a cocinar, era una persona muy alegre y respetuosa. Fue y puso el pecho junto a nosotros, a las balas enfrentándolas con piedras, eso fue lo que pasó”, recordó.
Huala puso en duda las actuaciones de los peritos y los resultados de la autopsia. “Le creo a mi gente, ellos cruzaron el río y Santiago no alcanzó a cruzar, no pudo y lo agarraron los gendarmes. Y vieron cómo se lo llevaban y de hecho, porque confío en mi gente, tengo muchas dudas de algunas cosas de la pericia. Creo que hay cosas que van a salir a la luz, no estoy cuestionando el trabajo del juez, pero por algo no dejó que hablen los peritos o la gente de las querellas. Tampoco quita que se lo hayan llevado esposado, que lo hayan ahogado en otro lado, no sé, pueden haber pasado muchas cosas”, dijo Huala.
“Apareció en un lugar tan extraño, en tres meses apareció ahí. Nosotros conocemos el campo, por más que digan lo que digan Jamás allanaron a Benetton, a Gendarmería la allanaron 10 días después. Hay una impunidad tan grande. Esto es peor que el terrorismo de Estado chileno. Se van a tratar de lavar las manos con Echazu, con cuatro o cinco más”, agregó en la charla telefónica de más de media hora con el programa Rompiendo Moldes, que conduce el cura Juan Carlos Molina.