Buscan establecer pautas hidrogeológicas, de proceso, ambientales y normativas ‘para el desarrollo adecuado de este producto’.
Se trata de una gran batalla empresarial silenciosa donde intervienen los intereses de varios países por el alto impacto económico que implica. La explotación del litio o el “oro blanco”, como le llaman, estalló en los últimos dos años en el norte de la Argentina y avanza a pasos agigantados al punto que, preocupados por este fenómeno, tanto la Casa Rosada como los gobernadores de Catamarca, Salta y Jujuy decidieron poner reglas de juego más claras y estrictos reparos a la hora del desembarco de capitales extranjeros.
A estas tres provincias del norte argentino las denominan en la jerga minera “el triángulo del oro blanco sudamericano”. Es que las explotaciones de litio que están enclavadas allí son un potencial económico gigante por dos motivos centrales: existen pocas reservas de este mineral en el mundo y el litio es considerado la base fundamental para la producción de baterías de celulares y otros artefactos tecnológicos a nivel mundial. En rigor, la Argentina representa cerca del 13% de la reserva mundial de litio.
Según datos oficiales de la Secretaría de Minería, se estima que ya hay una inversión de unos USD 2.000 millones en la Argentina en al menos 53 proyectos de capital extranjero. El mapa del litio argentino elaborado por el Servicio Geológico de Estados Unidos junto con el Servicio Geológico Minero argentino determinó que en Argentina hay unas 873.000 hectáreas disponibles de explotación de litio con 53 proyectos de extracción, de los cuales 27 poseen acuerdos de tenencia minera.
Para tener una idea del tamaño de semejante negocio, con la extracción anual de litio de la Argentina un país como Japón puede producir cerca del 50% de las baterías para teléfonos móviles y artefactos eléctricos a nivel mundial.
Hay otro dato clave que explica esta guerra silenciosa de capitales extranjeros que se lanzó en el norte argentino por la exploración y explotación de litio: Bolivia nacionalizó sus reservas y no deja que haya inversión extranjera en este producto valioso mientras que Chile limitó en los últimos años las licencias de explotación del “oro blanco” en la zona cordillerana. Así, la Argentina se convirtió en la meca elegida para las empresas extranjeras.
Además, desde la Secretaría de Minería de la Nación, estiman que la minería de litio recibirá hasta 2019 más de USD 700 millones inversiones con la concreción de proyectos tan sólo en Jujuy y Catamarca. Allí hay que agregar la fuerte inversión que se dio en los últimos años en Salta por más de USD 400 millones.
En esta batalla por acceder a los pliegos de exploración y explotación de litio intervinieron en los últimos años capitales de Japón, Corea del Sur, China, Australia, Estados Unidos, Canadá y Francia.
Hasta hace menos de dos años la puja por estos yacimientos de litio era indiscriminada. En el 2017 se estableció un acuerdo minero a nivel nacional amplio y en el punto 23 de este convenio que sellaron todas las provincias mineras el gobierno nacional buscó regular y controlar la explotación indiscriminada del “oro blanco”.
De esta manera, se exigió conformar la denominada “Mesa de litio” que establecerá las pautas hidrogeológicas, de proceso, ambientales y normativas “para el desarrollo adecuado de este producto”.
El secretario de Minería de Jujuy, Miguel Soler, explicó a Infobae que “luego de muchos años de ausencia de normas se decidió conformar la Mesa de Litio que contemplará un protocolo de buenas prácticas en la explotación de este producto”.
Entre algunas de las nuevas reglas de juego que impondrán Catamarca, Jujuy y Salta en esa Mesa de Litio figuran nuevas exigencias de protocolo ambiental para las empresas, estudios anuales de balance hídrico y una redefinición de las pautas de otorgamiento de licencias de explotación comunes. Las regalías que se quedan las provincias en este producto es del 3% de la boca de mina. Esto no se modificará al menos por ahora.
Como contrapartida, se prevé un fuerte avance en la competitividad de las compañías mineras tras la sanción de la devolución anticipada de IVA a las firmas del sector, como propone el capítulo tributario de las reformas propuestas por el gobierno nacional.
Desde la Secretaría de Minería a nivel nacional realizarán un seguimiento directo de esta Mesa de Litio y se proponen evitar un uso indiscriminado del medio ambiente y el control de residuos tóxicos teniendo en cuenta que para la extracción del litio se requiere del uso de agua y sus desechos pueden contaminar las napas de agua potable”.
Japón tiene mucho interés en la explotación de litio en la Argentina y muchas de nuestras empresas se están radicando en el norte argentino con medidas de cuidado ambiental”, dijo a Infobae el embajador de Japón Noriteru Fukushima.
Por otra parte, el embajador de Australia en el país, Noel Campbell dijo que “las compañías australianas que en realidad están produciendo litio son dos: Orocobre y Enirgi / ADY (en Salta y Jujuy). Ellas tienen una inversión del orden de los $ 700 millones”. Pero hay más: Australia desembarcó con empresas en fase de exploración como Galaxy, Latin Resources, Dark Horse Resources, TransPacific Pty Ltd, Argosy Minerals, Lithium Australia.
En Catamarca la empresa Minera del Altiplano (de FMC Corporation, con sede en Filadelfia, Estados Unidos) anunció hace unos meses una inversión de US$ 300 millones para duplicar la actual producción de litio hacia 2019, en sus operaciones del yacimiento del Salar del Hombre Muerto, de la localidad de Antofagasta de la Sierra.
En Jujuy, el proyecto Olaroz Cauchari avanza con la construcción de tres pozos de extracción de litio con una inversión estimada de USD 425 millones. Allí intervendrán capitales de China, Japón y Canadá, entre otros países.
En Salta ya se están desarrollando importantes proyectos mineros extranjeros de litio pero la apuesta fuerte llegará el año que viene con el desembarco de la francesa Eramet que invertirá en la provincia norteña más de USD 380 millones.
Si la Argentina concentra hoy el 13% de las reservas mundiales de litio esto explica que la guerra de “oro blanco” haya recrudecido en los últimos años y que el Gobierno Nacional se encuentra abocado a fijar reglas de juego más claras y precisas.