Cecilia Goyeneche: “Hay una sensación de esperanza y un soplo de aire fresco en Entre Ríos”

La ex fiscal que investigó a Sergio Urribarri, habló en la 99.9 sobre la detención del ex gobernador por causas de corrupción.

Luego de la detención del ex gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, muchas personas sintieron cierto alivio y a la vez esperanza. La causa por corrupción que se había iniciado con la investigación de la entonces fiscal Cecilia Goyeneche, dio sus frutos y a pesar del poder reinante, la fuerza de la evidencia fue más fuerte.

La funcionaria que fue removida de su cargo, habló en la 99.9 sobre la importancia que tiene desde lo político esta definición judicial: “estamos todos en la provincia de Entre Ríos con una sensación de esperanza y de soplo de aire fresco por el símbolo que significa esto institucionalmente, por el símbolo de que una persona con muchísimo poder que fue condenada y es culpable de graves delitos de corrupción, más allá de toda duda, su sentencia condenatoria está confirmada por dos instancias judiciales en la provincia. Que empiece a cumplir la pena que se le impuso es un símbolo de institucionalidad, de que las instituciones funcionan respecto a todos, no es solamente respecto de los que no tienen poder. Que esto ocurra a todos nos da la esperanza de que las cosas funcionan y que puedan funcionar mejor de lo que nosotros hemos visto hasta ahora”.

El juzgado que lo termina condenando está integrado por tres juezas también lo que hablar de un fuerte coraje en estas funcionarias públicas: “hay como una línea en la forma de tomar las decisiones, en el coraje también, en reconocer además las necesidades, hacer una lectura de lo que resulta necesario hacer y volcarlo en una decisión concreta. La particularidad de que sean también tres juezas mujeres en la acusación Urribarri habla del coraje y la independencia en el ejercicio de la función muy marcada en estas mujeres que lo resolvieron”.

Al momento de la detención de Urribarri, había rumores sobre un desmayo del ex gobernador algo que ratificó Goyeneche: “lo que me contaron a mí es que efectivamente se descompuso cuando se enteró y la verdad que es creíble que la noticia lo tomó por sorpresa porque nadie lo sabía. Llamaron a una ambulancia. La policía justo fue detenerlo con dos testigos, y los testigos contaron esto, así que es probable que sea cierto, que haya sido una descompensación real en ese momento”.

También forma parte de una respuesta fisiológica a la impunidad que ha tenido durante muchos años, porque para Goyeneche, no tenía en su radar la opción de estar preso: “es increíble la impunidad. Creo que también le jugó en contra porque que dejó muchísimos rastros en esa impunidad. Esa sensación de seguridad que tenía en que su poder iba a impedir que se le imputara cualquier hecho, hizo que quedaran muchísimos rastros. Pero a la vez, él y cualquier otra persona con mucho poder, sienten que la cárcel no entra en su plan de vida jamás, no es una posibilidad ni siquiera remota pensar que eso pueda estar en su vida. Cuando eso ocurre, es muy impactante”.