La concejal habló en la 99.9 sobre los libros que están siendo discutidos en el contexto del programa ESI y que la provincia puso a disposición en los colegios.
La controversia por el material que la provincia de Buenos Aires ha incluido dentro del programa ESI de educación continúa porque hay diferentes aristas que se pueden abordar y que es necesario analizarlas.
La concejal de La Libertad Avanza, Cecilia Martínez habló en la 99.9 sobre estas obras que tuvo la oportunidad de leer porque los propios docentes se las acercaron: “desde nuestro Bloque, tanto Concejales de la Coalición Cívica como del Bloque Vamos Juntos, nos hemos empezado a manifestar sobre algo que no lo hemos traído nosotros desde una posición adulta, sino que docentes que están en las aulas, que participan de la biblioteca, se han ido encontrado con material que ha llegado de la provincia de Buenos Aires, no solo para poner a disposición en las bibliotecas que están en las escuelas de nuestra ciudad, sino también para que los docentes recurran en el marco del programa de la ESI. Han manifestado muchísima preocupación por el contenido sexual que esos libros tenían y nosotros no lo planteamos desde un lugar donde no queremos que a los chicos se les dé educación sexual integral, ni que nos parezca aberrante que a las partes del cuerpo se las llame por el nombre que se las tiene que llamar, sino por el contenido de violencia, de sexo explícito y en un lenguaje burdo. Cuando uno lee esos relatos, yo soy una mujer de casi 40 años, no entiendo cuál es la necesidad de abordar la sexualidad para un chico entre 10 y 14 años, que tienen escenas de pedofilia y escenas de pornografía explícita. ¿Qué es lo que se busca enseñar poniendo esa literatura a disposición?”.
Dentro de la misma fuerza política, hubo otra expresión concreta como la de la concejal Angélica González: “es sexóloga y tiene la capacidad formativa para poder explicar las consecuencias de empezar llevando a la mente de un chico que no tiene ni la madurez ni la capacidad para discernir el contenido que está leyendo, lo que logra ir naturalizando la sexualización de la niñez. Creo que la preocupación viene en esto, que es muy fácil decir los chicos pueden acceder a una red social y tener el contenido que quieran, perfecto. ¿Ahora, hay mejor lugar que la escuela, cuando la casa no contiene, para que ese chico discierna lo que es violencia, lo que no es violencia, lo que está bien, de lo que está mal? Hay uno de los libros que contiene escenas de pedofilia y otro que tienen escenas de orgía explícita con menores de edad”.
Para Martínez el principal problema es abordar estos temas con la mirada de los adultos porque lleva a un enorme confusión: “repetimos el mismo error, mirar las cosas desde la mirada de adulto, haciendo perder la niñez. Yo tengo hijas chicas, pero a veces prefiero dejarme llevar por el sentido común, algo que decía muy seguido mi abuelo, que no quemen etapas. Perder el sentido común nos hace perder el eje. Yo pude leer esos libros, me los han traído docentes y me preocupan dos cosas: la primera es que hay docentes que me dijeron que literalmente los tiraron. Los recibieron, los leyeron y los tiraron. Lo segundo es que los chicos vuelven a estar dependiendo de un adulto cuando la casa falla, cuando en la casa no está ese control parental, cuando mamá y papá no tienen el tiempo, o sea, no importa la historia que haya atrás de cada tipo, pero cuando eso falla en la casa; tiene que quedar la escuela”.
Para la edil, la construcción de la sociedad que pretende el gobierno provincial es un tema central en esta historia: “me pregunto que buscan naturalizando determinadas cuestiones a futuro. Hay un libro que tiene imágenes de una niña parada sobre los pies de un adulto, donde desarrolla escenas de sexo. Si yo como adulto siento pudor al momento de leerlo, me espanta que una niña de 10 años como mi hija acceda a eso, que todavía está intentando entender lo que pasa en su cuerpo. Ponen la educación con mirada de adultos. Lo que más me preocupa es la sociedad que quieren construir”.