El hecho donde murieron dos menores de edad ocurrió el 1 de enero de 2016 en el complejo Lolen, ubicado en el Parque Nacional Lanin, cuando fuertes vientos ocasionaron la caída de un árbol.
Más de 20 parques nacionales en el país cerrarán sus puertas el próximo jueves en un gesto de solidaridad hacia cuatro guardaparques procesados por la justicia de Río Negro.
Este proceso judicial está relacionado con la trágica muerte de dos niños en el complejo Lolen, ubicado en el Parque Nacional Lanin, un incidente desencadenado por la caída de un árbol durante fuertes vientos el 1 de enero de 2016.
La Administración Nacional de Parques Nacionales anunció que, desde el 30 de octubre hasta el 2 de noviembre, los trabajadores de los parques llevarán a cabo jornadas de apoyo a los guardaparques procesados y estas actividades incluirán charlas, distribución de panfletos y carteles para crear conciencia sobre el conflicto en curso.
En un comunicado de prensa, esta Administración subrayó que los hechos naturales son imprevisibles e inevitables, haciendo referencia al accidente que resultó en la tragedia de los niños y su preocupación radica en la posibilidad de que la justicia culpe a los guardaparques por las consecuencias de fenómenos naturales, lo que tendría un impacto significativo en las actividades turísticas, el uso público y las actividades culturales y laborales derivadas de los parques nacionales.
Para destacar su apoyo y recalcar las implicaciones de una posible condena injusta, los trabajadores llevarán a cabo diversas medidas de fuerza. Es por ello que al 2 de noviembre, el acceso a algunos parques será restringido y esta acción está destinada a mostrar la preocupación colectiva y a enfatizar que culpar a los guardaparques por eventos naturales podría afectar gravemente la posibilidad de visitar áreas protegidas.
Según informó Télam, los parques afectados por las restricciones incluirán el Lanín, Sierra de las Quijadas, Quebrada del Condorito, el Parque Nacional Chaco y el área del Valle Encantado en el PN Los Cardones. Además, el jueves se sumarán a esta protesta con restricción total los parques de El Palmar, Aconquija, Monte León, Leoncito, Talampaya, Quijadas, Arrayanes, Huapi, Alerces, Chaco, Cardones, Pre-Delta, Iberá, Mburucuyá, Bosques Petrificados de Jaramillo, Ciervo de los Pantanos y el Parque Nacional Iguazú.
La decisión de cerrar temporalmente los parques nacionales ha sido recibida con comprensión por parte de la Administración Nacional de Parques Nacionales, que ha pedido a los visitantes que se comuniquen con los parques o consulten sus redes sociales para confirmar la disponibilidad antes de planificar sus visitas.
El Sindicato de Guardaparques Nacionales expresó su profunda preocupación por el proceso judicial y subrayó que la responsabilidad de los guardaparques es preservar las especies dentro de las áreas protegidas, no convertirlas en zonas urbanas donde los turistas están exentos de riesgos inusuales.
Este sindicato compartió el dolor de las familias de las víctimas, pero enfatizó que culpar a los guardaparques por este trágico evento no es justificado.
El caso judicial se remonta a 2016 cuando un roble pellín de aproximadamente 40 metros de altura cayó en la playa del balneario Catritre debido a ráfagas de viento que rompieron sus raíces descalzadas.
Este accidente resultó en la trágica muerte de dos niños y heridas a dos adultos y los cuatro guardaparques procesados, junto con dos miembros de la comunidad mapuche local, enfrentan cargos de homicidio culposo agravado y lesiones culposas graves, así como por incumplimiento de los deberes de funcionario público debido a su presunta negligencia al no advertir sobre la zona de riesgo en el camping Lolen.
El caso pasó por diversas etapas judiciales, desde sobreseimientos iniciales hasta nuevas decisiones de procesamiento, y suscitó preocupaciones significativas sobre la naturaleza del trabajo de los guardaparques y las posibles implicaciones legales de eventos naturales imprevisibles en áreas protegidas.
Esta controversia ha llevado a una demostración de solidaridad sin precedentes por parte de los trabajadores de los parques nacionales, quienes esperan que su acción ayude a resaltar la complejidad de su labor y la necesidad de comprender las circunstancias excepcionales que enfrentan en su servicio a la comunidad y la conservación del medio ambiente.