El Senado chileno ha aprobado este miércoles un protocolo que establece las condiciones que permitirán a Argentina y Chile licitar la construcción de un extenso túnel a través de la Cordillera de Los Andes, en uno de los mayores proyectos de integración binacional de Sudamérica.
Por unanimidad, los senadores acordaron avanzar con el proyecto, que demandará una inversión inicial de más de 1.400 millones de dólares y que unirá en una obra de 14 kilómetros la región chilena de Coquimbo y la provincia argentina de San Juan.
“Estamos ante un hecho histórico. Este es el proyecto de infraestructura más importante de la década que se va a materializar en la frontera entre Chile y Argentina”, ha afirmado Claudio Ibáñez, jefe del Gobierno chileno en la región de Coquimbo
Ibáñez, quien se reunió el miércoles con el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, ha indicado que el Túnel de Agua Negra busca transformarse en un corredor bioceánico central, ya que también permitirá conectar con Porto Alegre, una de las zonas más industrializadas de Brasil.
En cuanto a los plazos de licitación, autoridades chilenas informaron que se espera iniciar el proceso en octubre de este año.
“Tenemos las bases y los términos de referencia preparados, que consideran el estudio de ingeniería, la parte territorial de expropiaciones y luego la construcción de la obra, por lo que estamos hablando de aproximadamente 8 a 10 años (en total)”, ha detallado Mirtha Meléndez, secretaria regional de Obras Públicas en Chile.
Entre las principales ventajas del Túnel de Agua Negra está que se construirá en un nivel de altura inferior al actual paso fronterizo en la zona, lo que asegurará su funcionamiento todo el año pese a las intensas precipitaciones durante el invierno austral, que muchas veces impiden el paso de vehículos.
La financiación de la obra será asumida en un 28 por ciento por Chile y en un 72 por ciento por Argentina.