Un equipo de investigadores, a través de un algoritmo con el que han creado una red neuronal profunda, han hallado un total de 109.956 cráteres desconocidos hasta ahora.
La Luna es, posiblemente, uno de los cuerpos celestes con más secretos del Sistema Solar. A pesar de ser el único en el que el ser humano ha realizado una serie de descensos tripulados y de que diferentes misiones han acudido hasta allí para investigar sus propiedades, lo cierto es que nuestro satélite continúa siendo un gran desconocido para nosotros. De hecho, prácticamente cada semana seguimos descubriendo enigmas que no tenían respuesta.
Precisamente eso es lo que ha ocurrido ahora, después de que un equipo de investigadores chinos haya sido capaz de encontrar más de 100.000 cráteres en la Luna de los que no conocíamos su existencia. En realidad, este hallazgo es mucho más importante de lo que pensamos, pues no se tratan solo de muescas del pasado, sino que nos pueden ofrecer pistas sobre cómo se formó la Luna e, incluso, cómo ‘nació’ la Tierra o como llegó la vida hasta nuestro planeta.
A lo largo de las décadas, los telescopios más potentes del planeta han sido capaces de detectar innumerables cráteres de la Luna e, incluso en noches muy despejadas, podemos ser capaces de ver algunos de ellos de manera muy sutil desde nuestra propia casa. Pero lo que ha conseguido el grupo de investigadores comandado por Chen Yang, profesor asociado de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Jilin (China) es realizar el catálogo más amplio nunca antes hecho de los cráteres lunares.
Según explica en su nuevo estudio, publicado en la revista ‘Nature’, su equipo ha sido capaz de desarrollar un algoritmo basado en inteligencia artificial mediante el que consiguieron encontrar una serie de cráteres. Una vez logrado, crearon una red neuronal profunda, basada en capas de cálculos matemáticos, en la que incluyeron los datos de todos los cráteres encontrados, con lo que consiguieron ‘enseñarle’ a hallar otros posibles candidatos. Y la sorpresa fue mayúscula.
Basado en los datos recopilados por los orbitadores Chang’e-1 y Chang’e-2, la IA no solo fue capaz de tener éxito al encontrar algún que otro impacto desconocido sobre la superficie lunar, sino que fue capaz de hallar un total de 109.956 cráteres de los que no se tenía conocimiento hasta la fecha. Buena parte de ellos son considerados como pequeños, es decir, de uno a 100 kilómetros de diámetro, pero se ha llegado a encontrar alguno con un tamaño de hasta 550 kilómetros de diámetro.
Los cráteres son la muestra de impactos de otros cuerpos estelares contra la Luna, especialmente meteoritos, que dejan una huella imborrable en el lugar en el que impactan, en este caso, en la Luna. “En realidad, no son más que fósiles que registran la historia del Sistema Solar”, explica Yang en el estudio. O, dicho de otra manera, nos pueden servir para entender mejor nuestra sistema planetario y comprender cómo se formaron y de qué consta el núcleo de los distintos astros.
De igual manera, el algoritmo no solo fue capaz de detectar estos cráteres, sino que también fue capaz de datarlos en función de características muy distintivas, como su tamaño o su profundidad, llegando a determinar que todos ellos abarcan los cinco periodos geológicos de la Luna. Eso sí, unos 19.000 de los recientemente descubiertos tienen más de cuatro millones de años, lo que explica un universo mucho más activo por aquel entonces en comparación con la actualidad.
El siguiente objetivo de los expertos no es otro más que mejorar su algoritmo de detección de cráteres con los datos de Chang’e 5, la última misión a la Luna. A partir de ahí, no solo se espera descubrir nuevos cráteres desconocidos, sino que se espera poder aplicar este mismo sistema en otros cuerpos celestes, especialmente en el caso de Marte. Conocer por qué se produjeron, su tamaño y su antigüedad puede servir para descubrir detalles desconocidos del Sistema Solar.