La cruzada por la transparencia del presidente Xi Jinping salpica al ejército.
En el marco de su cruzada anticorrupción, el presidente chino Xi Jinping expulsó ayer del Partido Comunista de China (PCCh) a cuatro importantes ex altos líderes del régimen, lo que dejó finalmente estos casos en manos de la justicia, tras meses de especulaciones.
El Comité Central del PCCh, encabezado por Xi, confirmó la expulsión de Xu Caihou, número dos de la jerarquía militar hasta 2012; Jiang Jiemin, antiguo responsable de gestión de las empresas estatales; Li Dongsheng, viceministro de Seguridad Pública, y Wang Yongchun, ex ejecutivo de la mayor petrolera estatal, CNPC.
Si bien sus nombres sonaban desde hace meses, incluso años, como protagonistas de investigaciones del comité anticorrupción del PCCh, se ignoraba que el partido gobernante fuera a sancionarlos simultáneamente y en la simbólica víspera del 93er aniversario de su creación.
La expulsión más resonante fue la de Xu, el responsable de mayor rango militar en la jerarquía comunista que cae en desgracia en el marco de la campaña de limpieza lanzada por Xi.
“Las investigaciones hallaron que Xu se aprovechó de su cargo para ayudar en el ascenso de algunas personas y aceptó sobornos personalmente o a través de familiares”, indicó ayer, en un comunicado, el Comité Central. “Su caso es grave y las consecuencias, desagradables“, agregó el Politburó.
El anuncio puso fin a meses de especulaciones en torno a Xu, de 71 años y ex vicepresidente de la poderosa Comisión Militar china, después de que, en marzo pasado, la prensa independiente de Hong Kong aseguró que éste había sido detenido en un hospital de Pekín, donde era tratado de cáncer de vejiga. Desde entonces, analistas consideraban la posibilidad de que el caso de Xu fuese “sobreseído” por el régimen, debido a su delicado estado de salud y la enorme influencia del ejército en la política china, algo que finalmente no ocurrió.
Así, Xu, cuya esposa e hija fueron detenidas en relación con el mismo caso, será el militar de más alto rango en ser juzgado por corrupción.
Las cuatro expulsiones son la última señal de que la investigación por corrupción también apunta contra el ex jefe de la policía Zhou Yongkang, uno de los miembros del Comité Permanente del Politburó del PCCh, ya que todos los purgados son considerados próximos a él, que semana tras semana ve cómo los servicios anticorrupción del régimen estrechan el cerco alrededor de sí.
Tras la llegada de Xi al poder, en marzo de 2013, decenas de políticos chinos, especialmente a nivel local y provincial, han sido destituidos o comenzaron a ser investigados en su campaña contra la corrupción, una de las banderas de su gobierno.
Junto a los expulsados de ayer, otras importantes “víctimas” de esta campaña fueron el ex ministro de Ferrocarriles Liu Zhijun, condenado a muerte el pasado año (aunque su pena será probablemente conmutada por cadena perpetua) y el ex viceministro de Planificación Económica Liu Tienan, acusado la semana pasada de aceptación de sobornos (aunque lleva ya 13 meses detenido).
Sin embargo, las autoridades chinas también persiguen desde 2013 a militantes de organizaciones civiles, como el movimiento Nuevo Ciudadano, que buscaban, en la misma línea, denunciar públicamente a altos cargos corruptos o pedir a los líderes comunistas que hicieran públicos sus patrimonios.