Tras dar el foco por controlado, China se centra ahora en identificar la fuente de la infección.
China ha publicado el genoma de la cepa de coronavirus que ha provocado en Pekín el peor brote en su territorio desde febrero. Las conclusiones preliminares apuntan a que la cepa tiene origen europeo, aunque es más antigua que las variantes que circulan ahora por el continente y no necesariamente implica que llegara directamente desde allí a Pekín. El gran interrogante es ahora cómo llegó el patógeno al mercado de abastos de Xinfadi, el mayor de la capital.
El brote suma ya 183 casos, después de que las autoridades municipales hayan confirmado este viernes otros 25 contagios, cuatro más que el día anterior. Además, han detectado otros dos casos asintomáticos —que China clasifica en una lista aparte— y dos sospechosos.
La secuencia del genoma, que se publicó el jueves, se ha compartido también con la Organización Mundial de la Salud (OMS), según ha indicado el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de China. El análisis se basa en tres muestras (dos humanas y una ambiental) recogidas el día 11, cuando se anunció el primer contagio local de coronavirus en Pekín después de 55 días sin infecciones.
El virus “podría haber estado escondido en productos congelados que se importaron, o podría estar latente en algún punto oscuro y húmedo, como Xinfadi, donde no se hubiera desinfectado o esterilizado el ambiente”, ha escrito el virólogo Zhang Yong, del CDC, en un artículo que publica la Comisión Central para la Inspección de la Disciplina, el brazo policial del Partido Comunista de China.
En una entrevista emitida este viernes en la televisión estatal china CCTV, el epidemiólogo jefe del CDC, Wu Zunyou, confirmó que la cepa de coronavirus no se originó en la capital. “Debieron de ser gente o productos de fuera de la ciudad los que lo introdujeron en el mercado” de Xinfadi, sostuvo. No obstante, insistió en que “aún no está claro quién, o qué tipo de productos, introdujeron el virus en Pekín”.
El epidemiólogo ya había apuntado las coincidencias entre el comienzo de este brote y el foco original detectado en Wuhan, la ciudad del centro de China donde se inició la pandemia de covid-19. En ambos, los primeros casos se detectaron en un mercado de alimentos frescos.
Según publica el periódico Global Times, inicialmente se tomaron más de 200 muestras en Xinfadi, de las cuales “muchas dieron positivo del virus”. Una segunda ronda de investigaciones tomó muestras a dos kilómetros del mercado, que también arrojaron numerosos positivos. La tercera ronda se centró en el sistema de suministro de agua, incluidos los tanques donde se almacenaba el pescado, aunque los resultados de esas pruebas aún no están disponibles.
“La gran cantidad de muestras encontradas en Xinfadi indican que el virus lleva tiempo rondando. Si hubiera llegado a Pekín hace poco, no habría tantos positivos en las muestras. No obstante, aún necesitamos más datos antes de tomar una decisión informada sobre su origen”, según Zhang.
El director del CDC, Gao Fu, había apuntado a comienzos de esta semana que el virus pudo empezar a propagarse en Pekín hasta un mes antes de lo que se calculó inicialmente, a finales de mayo o principios de junio.
Como parte de las medidas para evitar la propagación del brote, las autoridades municipales han prohibido salir de la ciudad a los contagiados y sus contactos, quienes visitaron Xinfadi a partir del 30 de mayo y los vecinos en barrios considerados de alto riesgo. Quienes no se encuentren en alguna de esas categorías y quieran viajar, tendrán que presentar el resultado negativo de una prueba de coronavirus efectuada en los siete días previos para que se les permita abordar un tren o un avión.