Las aerolíneas chinas están comprando escuelas de vuelo y contratando a pilotos de forma furtiva, agravando así la escasez de talento que ha afectado a las compañías en otras regiones.
“El crecimiento de la aviación china no tiene precedentes recientes, ni probablemente históricos”, señala Paul Jebely, un abogado de Hong Kong especializado en aviación. “Se han encargado más aviones que los pilotos que hay para volarlos”, asegura.
La escasez de talento para volar ha provocado cancelaciones de vuelos, ha reducido los beneficios y ha amenazado los ambiciosos objetivos de crecimiento de la industria en todo el mundo. Emirates es la última gran aerolínea que se ha visto afectada por esta guerra por el talento, y este mes canceló vuelos y dejó aviones en tierra al faltarle unos 125 pilotos. “Estamos un poco escasos de pilotos”, declaraba el mes pasado Tim Clark, el consejero delegado de la aerolínea del Golfo Pérsico, añadiendo que los grupos chinos ofrecen paquetes extremadamente competitivos a los pilotos para que se trasladen a Shanghái o Pekín.
En septiembre, Ryanair anuló 20.000 vuelos debido a un error de planificación agravado por la falta de pilotos. Esto obligó a la aerolínea de bajo coste a revertir una vieja política y a reconocer a los sindicatos y aceptar nuevos acuerdos salariales -decisiones que, dijo, le costarían 100 millones de euros a partir de 2019-. Los expertos explican que la falta de pilotos está causada por el aumento de la demanda de viajes aéreos gracias al auge de las aerolíneas de bajo coste en las últimas décadas. Algunos denuncian que esto ha venido acompañado de una pérdida de estatus y un descenso de los salarios de los pilotos, en comparación con otros sectores, y de un mayor coste de la formación en países occidentales.
China puede superar a EEUU como el mayor mercado mundial de viajes aéreos en 2022, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, en sus sigas en inglés). El fabricante de aviones estadounidense Boeing prevé que China necesitará 110.000 nuevos pilotos hasta 2035, y se espera que sus aerolíneas compren 7.000 aviones comerciales en las dos próximas décadas.
El mercado de la aviación de China creció un 13% el año pasado, en el que volaron 549 millones pasajeros, el doble que en 2010. Los responsables de la progresión son la creciente clase media, una expansión de las rutas de las aerolíneas chinas y la relajación de las restricciones sobre los visados por parte de Gobiernos extranjeros que quieren atraer a turistas chinos.
El número de pilotos y copilotos que trabajan en China prácticamente se duplicó entre 2011 y 2017. En los últimos meses, las principales aerolíneas del país -China Eastern, Air China, China Southern y Hainan Airlines- han aumentado las contrataciones y están expandiendo su formación en el extranjero.
“Las aerolíneas han subido los salarios drásticamente”, señala Dave Ross, el presidente de Wasinc International, que ayuda a las compañías chinas a encontrar pilotos extranjeros. Ross asegura que los pilotos procedentes de Latinoamérica, y algunos países de Europa, pueden cuadruplicar su retribución en China. El salario inicial ofrecido a los pilotos extranjeros en China ha aumentado en los últimos años de 10.000 a 26.000 dólares al mes (de 8.359 a 21.734 euros), libres de impuestos.Y sigue subiendo.
India
El aumento de los viajes aéreos en India -donde el número de pasajeros crece una media del 16% anual desde que empezó el milenio- añade más presión a la falta global de pilotos. Las aerolíneas indias han contratado pilotos del Ejército, extranjeros y de compañías rivales ofreciendo contratos cada vez más lucrativos. También han dificultado su marcha, obligando a los comandantes a avisar con un año de antelación.
Las aerolíneas chinas pagan la formación de los cadetes, y están intensificando los esfuerzos para desarrollar más talento local. Pero sólo existen 22 escuelas de pilotos en China y las restricciones al uso del espacio aéreo nacional hacen que salgan fuera para asociarse con escuelas de pilotos extranjeras.
Casi la mitad de los 5.053 pilotos en proceso de aprendizaje se formaron en el exterior el año pasado, creando así un floreciente negocio para las escuelas de vuelo y sus propietarios en EEUU, Canadá y Australia. “Hay muchos propietarios de escuelas muy felices, que han hecho caja cobrando primas significativas”, indica Jebely.
Las nuevas oficinas y el avión Cessna comprado recientemente de la academia de vuelo CAE Oxford en el aeropuerto de Moorabbin (Melbourne) reflejan hasta qué punto está transformando el dinero chino la industria de las escuelas de pilotos en Australia. “Alrededor de la mitad de nuestros estudiantes son chinos”, explicó Mike Drinkall, director general de CAE Oxford, que opera más de 50 academias en todo el mundo.
China Eastern compró la mitad de la filial australiana de CAE en 2014. Este año forma a 150 pilotos en el centro, y planea duplicar la cifra tras invertir 50 millones de dólares en instalaciones actualmente en construcción. La llegada de cadetes chinos a escuelas de vuelo australianas coincide con una caída del 25% en el número de cadetes locales que reciben licencias de pilotos comerciales, algo que preocupa a las aerolíneas del país. Alan Joyce, consejero delegado de Qantas, apunta que “lo que nos preocupa es que estamos contratando pilotos del Ejército y de la aviación general, y no podemos seguir haciéndolo o el ecosistema no sobrevivirá”. Qantas abrirá la mayor academia de vuelo en Australia en 2019 y formará a 500 pilotos australianos y extranjeros al año.