La efeméride tuvo lugar el 1 de julio pasado y estuvo marcada por la reducción de niveles de contaminación del aire.
Las autoridades chinas utilizaron con éxito una tecnología de manipulación del clima para limpiar el cielo de la capital la víspera de las celebraciones del centenario del Partido Comunista, que tuvieron lugar el pasado 1 de julio, según un informe de la Universidad de Qinghua en Pekín.
El periódico South China Morning Post cita a un grupo de investigadores del instituto capitalino que constataron indicios de siembra de nubes —dispersión de compuestos químicos como yoduro de plata para desencadenar precipitaciones— en Pekín y alrededores.
Decenas de miles de personas acudieron a la ceremonia, que arrancó en la plaza de Tiananmén a las 8:00 hora local. Al terminar del evento, que duró dos horas, se registraron precipitaciones.
Aquel día se produjo una drástica caída en los niveles de contaminantes en el aire, cuya calidad mejoró desde nivel ‘moderado’ hasta el ‘bueno’.
Los investigadores señalan en su estudio que una lluvia artificial “fue el único acontecimiento alterador en este periodo”, por lo que resulta poco probable que el descenso de la contaminación tuviera una causa natural.
El medio chino recoge el testimonio de residentes locales al sudoeste de la ciudad que dijeron ver lanzamientos de una gran cantidad de cohetes el 30 de junio.
“Fue muy ruidoso, como un trueno, y esto duró mucho tiempo… Era como una zona de guerra”, dijo un residente bajo anonimato. “Luego llovió de manera bastante fuerte”, señaló.
Otro residente contó que había encontrado restos de cohetes que habían caído cerca de su casa.
China ha estado utilizando técnicas de modificación del clima —como la siembra de nubes— para provocar lluvias en tiempos de sequía, reducir el granizo y despejar los cielos antes de prestigiosos eventos internacionales, desde al menos los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008.