Los supremacistas Proud Boys se enfrentan en las calles de la ciudad a los Antifa, de extrema izquierda, en una jornada que se saldó con trece detenidos y media docena de heridos leves.
Bajo el lema “Acabar con el terrorismo doméstico” y jaleados por el presidente, Donald Trump, grupos de extrema derecha liderados por los Proud Boys (Chicos Orgullosos) protestaron este sábado en las calles de la ciudad de Portland, Oregón, en una tensa jornada en la que se vivieron enfrentamientos con otros manifestantes convocados por los grupos de extrema izquierda Antifa pero que acabó sin incidentes de gravedad.
Desde primera hora de la mañana, cientos de Proud Boys, con sus polos Fred Perry, sus gorras con la leyenda MAGA (Hacer América Grande Otra Vez) y decenas de banderas de Estados Unidos, empezaron a concentrarse en el centro de la ciudad, considerada uno de los bastiones progresistas de la costa oeste del país, para exigir a las autoridades locales que hagan su trabajo y “limpien” Portland de “comunistas” y “socialistas”.
Mientras marchaban por el paseo que recorre una de las márgenes del río Willamette, que atraviesa la ciudad de norte a sur, los manifestantes se toparon en diferentes ocasiones con simpatizantes de los Antifa, al grito de “No queremos nazis”, “No a Trump” o “No a los Fascistas”, siempre bajo la atenta mirada de la policía, que ordenó un fuerte despliegue en la zona para evitar incidentes.
Unos portando ejemplares de la Biblia y pancartas como “El feminismo es cáncer” o “Cuatro años más” (en referencia a un segundo mandato de Trump), y otros con mensajes como “El supremacismo blanco es terrorismo” o “No queremos fascistas”, en el punto más álgido de la protesta llegaron a concentrarse más de un millar de personas en Portland, donde la policía se incautó de barras de metal y madera, cuchillos y hasta botes de spray para osos.
Trump se había encargado de caldear el ambiente a través de Twitter, donde antes de que amaneciera en Portland aseguró que estaba vigilando “muy de cerca” la situación. “Se está considerando seriamente nombrar a los ANTIFA una organización de terror”, dijo el presidente, quien lanzó sus dardos envenenados a las autoridades locales y a renglón seguido dijo que esperaba que fuesen capaces de hacer bien su trabajo.
El alcalde demócrata, Ted Wheeler, criticó al jefe de la Casa Blanca por animar las protestas a través de las redes sociales, en un momento en el que la ciudad se enfrentaba a una situación “potencialmente peligrosa y volátil”, que la jefa de la policía local, Danielle Outlaw, llegó a declarar a mitad de la tarde como un “disturbio civil”, y a través de las cámaras de CNN respondió a Trump que “aumentar el ruido” con sus tuits “no ayuda nada”.
Por su parte, uno de los líderes de los Proud Boys, Joe Biggs, consideró la jornada como un rotundo éxito y advirtió que van a seguir protestando en la ciudad todos los meses. “Vayan a ver la cuenta de Twitter del presidente Trump. Ha hablado de Portland y ha dicho que está vigilando a los Antifa. Eso es todo lo que queríamos, queríamos atención a nivel nacional y la hemos obtenido. Misión cumplida”, aseguró el organizador de la manifestación.
“Quiero ser muy claro, no lo queremos aquí en nuestra ciudad. Punto”, dijo el alcalde en una conferencia de prensa cuando le preguntaron por Joe Biggs, que vive en Florida y es una de las caras más visibles de este grupo supremacista blanco fundado hace tres años y cuyos miembros se autoproclaman “chovinistas occidentales”, y que el Southern Poverty Law Center considera como “misógino, racista, antiinmigrante y provocador de odio”.
Al final de la tensa jornada, que recordó a otras que se vivieron en la ciudad después de la victoria del magnate neoyorquino en las elecciones presidenciales de 2016, se saldó con un balance de seis heridos leves, uno de los cuales tuvo que ser trasladado a un hospital cercano, y 13 detenidos, dos de ellos menores de edad, según datos facilitados por la policía local.