El pedido de perdón del gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie y su aparición para anunciar la liquidación de una gran parte de su equipo de asesores, no ha sido suficiente por el daño causado por un escándalo político que compromete sin dudas, la carrera quien podía ser el político más popular del país.
“Todo lo que puedo hacer es disculparme”, dijo Christie tras conocerse que algunos de sus colaboradores estuvieron implicados en el cierre de dos carriles, en el cruce del puente George Washington, con el propósito de crear un atasco y perjudicar a un alcalde que se había negado a apoyarle en su disputa por la reelección.
Christie había afirmado que nadie de su entorno había tenido nada que ver con ese incidente. Sin embargo, el pasado miércoles, la prensa hizo públicos correos electrónicos enviados por altos funcionarios de su gobierno que los asesores de Christie se refieren al alcalde rival, perteneciente a la ciudad de Fort Lee, y a los ciudadanos afectados por el embotellamiento.
El gobernador aseguró el jueves que no estaba enterado de esa operación, que fue engañado por sus colaboradores y que no tuvo intenciones de amenazar o castigar al alcalde de Fort Lee por razones políticas. “No soy un matón”, sentenció.
Los e-mail prueban que su vicejefa de Gabinete anunció que “es hora de que haya problemas de tráfico en Fort Lee” y que otro de sus colaboradores, que trabajaba en la oficina de control del puente de George Washington, se regocijaba, cuando se le advertía de que miles de niños estaban atrapados en el trayecto a la escuela y eran “los hijos de los votantes de Buono”, en referencia a Barbara Buono, la rival de Christie en las elecciones para gobernador en noviembre.
Christie finalmente ganó las elecciones de noviembre. Ese triunfo fue mencionado como la confirmación del republicano con más posibilidades de obtener la victoria en las elecciones presidenciales de 2016.
Christie seguirá manteniendo su naturalidad y espontaneidad, que lo hicieron tan famoso, para tratar de revertir este mal momento. Este jueves estuvo contestando preguntas sobre el tema durante dos horas, dijo que tiene un carácter fuerte, que es humano, que no es perfecto, pero que nunca reaccionaría de forma tal que los ciudadanos resultasen perjudicados por su ira contra un rival político.