Christian: «La situación de inseguridad en la Escuela Secundaria N° 12 es insostenible»

El director del CENS 464 que funciona por la noche en el mismo edificio, habló en la 99.9 sobre la situación que atraviesan todos los días ante los reiterados hechos de vandalismo.

La inseguridad golpea constantemente a distintos barrios de la ciudad de Mar del Plata, pero hay algunos lugares que lo padecen al punto del hartazgo y la angustia. Eso pasa en la Escuela Secundaria N° 12 del Barrio Autódromo donde en las últimas horas le hicieron un boquete para robarlos una vez más. Ya les sucedió unas 20 veces en lo que va del año.

Christian, director del CENS 464 que funciona por la noche en el mismo edificio, habló en la 99.9 sobre lo que les toca atravesar a diario: «La situación es crítica. Todos los actores de la comunidad, ya sea desde el Consejo Escolar hasta el último estudiante, nos esforzamos en que la escuela siga funcionando. Nos encontramos día a día con un hecho de vandalismo diferente. En un principio eran robos aislados, pero llegó un momento donde ya es un ensañamiento difícil de sostener, difícil de comprobar, también de buscar responsables o culpables. Todas las mañanas nos levantamos esperando a ver qué es lo que va a pasar el día de hoy. Es triste tener esa angustia de manera permanente, más que nada porque hay mucha gente, muchas personas que dependen del sistema educativo. Somos el último brazo del estado en el barrio. Debido a la reiterancia de los hechos delictivos que tenemos, nos complica un poquitito el quehacer diario de los docentes. Ni hablar de los estudiantes que tienen una angustia en forma permanente y consultan cómo ayudar».

No tienen manera de comprobarlo, pero los que dañan la institución son vecinos de la zona y los van privando de elementos básicos para el funcionamiento: «sabemos o pensamos que son personas de las cercanías de la comunidad, porque es muy raro que nadie vea, nadie pueda decir tal persona está vandalizando la escuela. El problema es que se viene agravando día a día y año tras año, porque ahora prácticamente nos estamos quedando casi sin mobiliario. Nos traen el mobiliario, al día siguiente está vandalizado; nos reparan alguna reja, al día siguiente está forzada; nos reparan el sistema de alarma, se robaron los sensores».

La policía nunca les da una solución porque tienen en todos los barrios las mismas explicaciones: «la respuesta que siempre recibimos es que no hay móviles suficientes para estar custodiando la escuela las 24 horas. Una sugerencia que hice yo junto con mis colegas en una de las últimas reuniones era la posibilidad de que se instale una garita de control en el polo educativo. Porque no es una sola escuela, son cinco escuelas que funcionan entre el jardín, la primaria, la secundaria, una primaria de adultos y un secundario de adultos. La comunidad tiene más de 800 estudiantes».

Sabe que no todo el barrio está interesado en vandalizar la escuela, pero la situación es insostenible para aquellos que quieren desarrollar sus labores en paz: «uno tiene sentimientos encontrados. Por un lado sabe que el que va a la escuela es porque tiene ganas de estudiar, o porque tiene ganas de progresar en la vida. Yo mismo hice la escuela secundaria de adultos, y hoy estoy dirigiendo una escuela secundaria. Hay un montón de personas que buscan una perspectiva mejor en su vid y son el 99%, pero un 1 % de eso es lo que lo que nos hace tanto daño. Nosotros prácticamente no tenemos nada; ya no tenemos impresora, las computadoras son personales, nos cortaron el cable de Internet, entre otras cosas. Llegó un momento en que nos estaban conectando el piso tecnológico, y los que lo estaban haciendo decidieron posponer la colocación hasta que se solucionen los problemas de seguridad. Estaban colocando el piso tecnológico en todas las aulas para que tengamos Internet en toda la escuela, y se robaban los rack», concluyó Christian.