Científicos del MIT desarrollan un material invisible que tensa la piel y hace desaparecer las arrugas

Fabricada con una base de silicona, esta epidermis de «quita y pon» es capaz de eliminar las bolsas de los ojos, mejorar la hidratación y proteger de la radiación ultravioleta.

piel-tersaLos días de las operaciones de «lifting» para estirar y rejuvenecer la piel podrían estar contados. Científicos del prestigioso MIT, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, han desarrollado un nuevo material, tan fino e imperceptible, que al colocarlo sobre la epidermis, tensa la piel, elimina la flacidez y suaviza las arrugas sin que se note. Esta «segunda piel», bautizada como XPL, se fabrica con un polímero de silicona que imita las características de una piel joven y saludable.
Los investigadores presentan en la revista «Nature Materials» este hallazgo con la promesa de que su material pueda convertirse en la mejor herramienta para dispensar tratamientos médicos contra eczemas y dermatitis. O contar con una capa invisible que proteja nuestra piel de las radiaciones ultravioletas, como si fuera un filtro solar invisible y duradero. Pero, sin duda, el potencial más rentable de esta investigación será su capacidad para rejuvenecer rostros de forma temporal, con esta nueva piel de quita y pon.
De hecho, en el estudio que publican aportan varias pruebas con voluntarios con este objetivo puramente estético. El experimento más llamativo es el que demuestran cómo se pueden borrar diez años de un plumazo al colocarlo sobre los ojos de una mujer de edad avanzada, disimulando las bolsas de los ojos.
Los depósitos de grasa que se acumulan debajo de los ojos, lo que conocemos popularmente como bolsas, no desaparecen al aplicar la piel, pero quedan totalmente disimulados, con un aspecto muy natural. El efecto es casi inmediato, se logra a los dos minutos de su aplicación y se prolonga durante 24 horas, aseguran los investigadores. Sin pasar por el quirófano.

Piel más hidratada

El trabajo evaluó también el efecto de hidratación al implantarlo. Dos horas después de su aplicación, la piel cubierta con el XPL experimentó una pérdida de agua menor que la tratada con una crema hidratante. Ninguno de los participantes en los experimentos mostró reacciones en la piel, ni enrojecimiento ni dermatitis.
«El desarrollo de una segunda piel que es invisible, cómoda y eficaz al retener agua y otros materiales supone numerosas aplicaciones, que aún no somos capaces de pensar. Estamos emocionados con las oportunidades que se nos presentan», asegura Robert Langer, profesor del MIT y uno de los autores de esta investigación.
Antes de llegar a esta piel de silicona, los investigadores crearon una biblioteca con más de un centenar de polímeros candidatos a convertirse en su material estrella. Todos estos polímeros contenían una estructura química llamada siloxane, una cadena alternativa de átomos de silicona y oxígeno. Llegaron finalmente a XPL porque era el que mejor imitaba la apariencia, elasticidad y estructura de una piel tersa y joven.