Damask es una ciudad que le fue arrebatada al grupo terrorista Boko Haram el 9 de marzo. El 20 de marzo, un portavoz del ejército chadiano afirmó que se habían encontrado un centenar de cuerpos en una fosa común bajo un puente a la entrada de la ciudad, y estimó que la matanza se habría producido en enero.
Maidiguri, NIGERIA. Los cuerpos de cientos de personas fueron encontrados en la ciudad de Damasak, noreste de Nigeria, en apariencia víctimas de los rebeldes islamistas de Boko Haram, que demostró su fuerza con nuevos ataques el fin de semana.
El presidente electo de Nigeria, Muhammadu Buhari, que debe ser investido el próximo 29 de mayo, prometió el lunes que tratará a Boko Haram como “terrorista” porque no son más que “un falso grupo religioso”.
“Se han encontrado cuerpos en las casas, en las calles y en la ribera seca de Damasak”, indicó Kaumi Kusur, habitante de esa localidad, y añadió que las víctimas fueron enterradas en una veintena de fosas comunes durante el fin de semana.
Según Mohamed Sadiq, otro habitante que ayudó a enterrar los cadáveres el sábado, el balance podría superar los 400 muertos, “entre ellos, mujeres y niños”, mientras que el gobierno del Estado de Borno solo mencionó “cientos” de cadáveres.
Soldados de Chad y Níger arrebataron el 9 de marzo la ciudad de Damasak a Boko Haram en el marco de una ofensiva regional contra los militantes islamistas que habían tomado la localidad en noviembre pasado.
Unos 200 rebeldes y 10 soldados murieron en esa reconquista de la ciudad, según una fuente chadiana de seguridad.
El 20 de marzo, un portavoz del ejército chadiano afirmó que se habían encontrado un centenar de cuerpos en una fosa común bajo un puente a la entrada de la ciudad, y estimó que la matanza se habría producido en enero.
Pero, según Kusur, el número de cuerpos encontrado ahora “excede con creces” el de cadáveres encontrados en marzo cuando la ciudad fue liberada.
Medio centenar de soldados muertos
A pesar de varias victorias militares contra Boko Haram, el grupo islamista ha hecho una demostración de fuerza al matar el sábado a medio centenar largo de soldados en Níger, al día siguiente de ejecutar a 21 aldeanos en Nigeria.
Los insurgentes llevaron a cabo al amanecer del sábado, en un campo militar nigerino en el lago Chad, una de sus ofensivas más mortíferas contra la coalición activa desde hace cuatro meses y compuestas por soldados de Chad, Níger, Nigeria, Camerún y Benín.
Dos días después del ataque, los balances diferían según las fuentes, pero todas hablaban de decenas de muertos.
El ejército nigerino “perdió 48 soldados y 36 se daban por desaparecidos”, declaró una fuente chadiana de seguridad. Un electo del sureste de Níger, la región fronteriza con Nigeria donde se produjo el asalto, señaló “80 soldados muertos” y unos 30 desaparecidos. Una fuente cercana al ejército nigeriano mencionaba 100 muertos y 17 desaparecidos.
“Ha habido enormes pérdidas” en esa posición militar situada en Karamga, una isla “particularmente aislada” del lago Chad, en la que estaban destacados entre 120 y 150 soldados, confirmó una fuente humanitaria a la AFP y precisó que 45 soldados de la isla pudieron ser contactados.
Karamga, atacada al amanecer del sábado por islamistas de Boko Haram, ha sido recuperada luego por el ejército nigeriano, según la misma fuente.
‘Quemados vivos’
Umar Yerima, un pescador de la isla, también señaló un balance “enorme” de civiles en Karamga.
“Tras acabar con los soldados, se volvieron contra los habitantes, disparando a la cabeza” de quienes se habían tirado al agua para escapar, y “quemando vivos a muchos en sus casas”, contó.
Los asaltantes se quedaron allí hasta el sábado al mediodía, cuando un avión de combate comenzó a bombardear la zona y huyeron, añadió este testigo, que habló de sí mismo como “uno de los escasos afortunados” sobrevivientes.
“La aviación chadiana (…) intervino para destruir los elementos de Boko Haram”, mató a algunos de ellos y destruyó sus equipos, completó la fuente chadiana.
Ningún ataque importante se había señalado desde hace más de un mes en Níger.
El viernes, supuestos combatientes de Boko Haram disfrazados de soldados mataron a 21 desplazados que trataban de regresar a su aldea del noreste de Nigeria en busca de comida.
“Los hombres, que eran 21, fueron detenidos en el pueblo de Bultaram por hombres armados que creemos que pertenecían a Boko Haram y los mataron a tiros”, declaró Baba Nuhu, un responsable de la localidad de Gujba, en el Estado de Yobe.
El relato concuerda con el de Haruna Maram, hermano de una de las víctimas.
El Estado de Yobe y los vecinos de Borno y Adamawa han sido escenario frecuente de ataques del grupo extremista en los últimos seis años. En total, la insurrección islamista y su represión por el ejército nigeriano han dejado más de 15 mil muertos desde 2009, según la ONU, y más de 1.5 millones de personas se han visto obligadas a huir.