El Secretario General de Empleados de Comercio, Guillermo Bianchi, cuestionó duramente la forma en que la empresa Caromar cerró su sucursal en Mar del Plata. Señaló que el personal llegó el lunes y encontró el lugar con candados cambiados, seguridad privada y sin aviso previo. El gremio exige el 100% de las indemnizaciones y advierte sobre un vaciamiento premeditado.

El Secretario General del Sindicato de Empleados de Comercio de Mar del Plata, Guillermo Bianchi, se refirió en la 99.9 al sorpresivo cierre del mayorista Caromar, ubicado en la Ruta 88, que dejó a 15 familias sin trabajo en un procedimiento que calificó como “cruel, deshumanizado y premeditado”.
Según relató, los trabajadores llegaron a primera hora del lunes y se encontraron con las cerraduras cambiadas, seguridad privada dentro del predio y ningún aviso por parte de los propietarios. “Lo que movilizó en forma inmediata a nuestra organización para ponernos al frente de cuál era la verdadera situación”, indicó.
Bianchi explicó que la empresa posee tres sucursales más en la provincia, además de una planta industrial donde se produce la marca El Coloso, por lo que rechazó el argumento que se les presentó inicialmente: un cierre por “fuerza mayor” motivado por la caída de ventas. “Lejos está de haber una fuerza mayor”, afirmó, y señaló que el gremio ya venía detectando un vaciamiento de depósitos desde hacía más de dos semanas.
El sindicato mantuvo contactos con abogados de Mar del Plata y de un estudio porteño que —según les informaron— lleva adelante todo el proceso de desvinculación. “Nos plantearon un escenario que no es el correcto”, dijo Bianchi, quien advirtió además que a las 9 de la mañana se realizará una audiencia con la empresa, que confirmó su presencia, y en la que exigirán el pago del 100% de las indemnizaciones.
El dirigente detalló que, en su experiencia, lo planteado por los representantes legales “parece una estrategia para negociar a la baja”. Y recordó que el sindicato mantuvo durante años un fuerte vínculo con Caromar, incluso acompañándolos tras un incendio anterior y facilitando gestiones para que se reactivaran rápidamente.
Bianchi enumeró una serie de rumores sobre el futuro de la firma, entre ellos que la familia propietaria se estaría mudando a Estados Unidos y que habría decidido cerrar unidades de negocio para vender la empresa sin personal. “Esto se venía venir, estaba premeditado”, aseguró.
También describió el impacto en comerciantes que tenían mercadería paga dentro del depósito, como una farmacia de Santa Clara que adquirió productos por 600 mil pesos, un gran supermercado asiático y un distribuidor local. “Son tres rubros diferentes que atendía Caromar en Mar del Plata”, precisó.
La forma en que los trabajadores se enteraron del cierre fue uno de los puntos que más indignación generó: “Ellos lo que cuestionan mucho es el procedimiento. Si les hubieran dicho con anticipación ‘cerramos la empresa y los indemnizamos’, por más duro que sea, hubiera cambiado todo. La deshumanización de esta desvinculación es lo que más indignó a la gente”.
Bianchi denunció que algunos estudios jurídicos especializados recomiendan cierres “de un solo golpe”, sin contemplar negociación ni diálogo. “Va en contraposición absoluta a la humanidad del trabajo”, señaló, lamentando que esta “cruel mecánica” se esté extendiendo.
El sindicalista recordó además el contexto de fuerte caída de ventas: un 20% interanual menos en el sector mayorista y un cambio del modelo comercial hacia plataformas digitales y logística directa, que “está reemplazando las estructuras grandes”.
Aun así, insistió en que nada justifica el modo elegido por la empresa: “Trabajaron hasta el sábado a las 7 de la tarde preparando pedidos. Y el lunes les cerraron la puerta en la cara. Quedarte sin trabajo no es un tema menor”.
El gremio permanece en la puerta del establecimiento garantizando que “la voz de los trabajadores sea escuchada” y que se haga efectiva la indemnización correspondiente.