Estatales rechazan un nuevo régimen jubilatorio propuesto por el gobierno. Ayer hubo incidentes y agredieron a Juan Carlos Arcando, segundo de la gobernadora kirchnerista Rosana Bertone.
Cinco sindicalistas fueron detenidos ayer en Tierra del Fuego acusados de agredir al vicegobernador Juan Carlos Arcando, en medio de una grave crisis en la provincia que la lleva 64 días de huelga de trabajadores estatales.
Gremios municipales, judiciales, de la educación, la salud, entre otros, se oponen a un paquete de medidas de ajuste que aplicó la gobernadora kirchnerista Rosana Bertone poco después de asumir, que incluyó despidos, baja de las jubilaciones y recorte de planes sociales.
Los incidentes ocurrieron durante un homenaje a los caídos en Malvinas, por el aniversario del ataque al Crucero General Belgrano, frente a la gobernación. El vicegobernador Arcando bajó de una camioneta y enseguida un grupo de manifestantes comenzaron a increparlo, mientras exigían que los atendiera en el marco de su rechazo a las leyes previsionales. “Arcando, ponete a laburar. No vas a poder caminar por la calle”, le gritaban. Rodeado de policías y custodios, el funcionario intentó eludir al grupo que lo increpaba. En el momento de mayor tensión, llegaron a desabrocharle la camisa y le rompieron el traje. Otros manifestantes estatales arrojaron huevos contra Arcando y otros funcionarios.
Finalmente, la policía logró dispersar a los manifestantes con gas pimienta y tras una serie de “violentos” allanamientos, según denunciaron los estatales, detuvo a cuatro sindicalistas -luego habría un quinto-, lo que acrecentó el malestar de algunos gremios que llamaron a profundizar las medidas de fuerza y a movilizarse.
Esta mañana, el juez penal de Ushuaia Javier De Gamas Soler mantenía detenidos e incomunicados a los cinco gremialistas estatales acusados de agredir al vicegobernador. Se trata de los dirigentes Roberto Camacho, de la CTA; José Gómez, de los empleados públicos de AFEP; y los municipales Horacio Gallego, Juan Stefoni y Alejandro Marcelo Gómez, de Sutef, que en principio no había sido hallado por la policía pero se entregó más tarde en los tribunales fueguinos. Están acusados de atentado y resistencia a la autoridad, lesiones y robo. Y serían indagados dentro de las 48 horas de ordenadas las detenciones.
En tanto, el fiscal de la causa, Fernando Ballester Bidau, aseguró que “no se descarta que pueda haber más imputados en el caso”, porque “resta analizar un montón de testimonios y registros fílmicos”.
Tras los disturbios, el gobierno y los gremios acordaron postergar hasta el lunes el inicio del diálogo formal sobre el nuevo régimen jubilatorio que es rechazado por ese sector.
Ante la detención de los sindicalistas los gremios convocaron a profundizar la huelga por tiempo indeterminado y llamaron a concentrarse frente a la Casa de Gobierno, en Ushuaia, y la sede gubernamental de Río Grande. La Unión de Gremios Estatales advirtió en un comunicado que “esto está tomando un nivel de conmoción política interna muy grave” en la provincia.
A su vez, los dirigentes sindicales y funcionarios que se habían reunido ayer en la ciudad de Tolhuin para abrir una mesa de diálogo formal entre las partes decidieron pasar a un cuarto intermedio hasta el lunes para iniciar las conversaciones.
El jefe de ATE Río Grande, Marcelo Córdoba, señaló que “no podemos seguir debatiendo mientras no tengamos claridad sobre la situación de los compañeros detenidos esta madrugada”. Ante esa moción, sindicalistas y funcionarios acordaron buscar e informar detalles del caso y pautaron para el lunes a la mañana una nueva reunión de la “Mesa técnica sobre emergencia previsional”.