El sindicalista petrolero dijo que Alicia Kirchner le deja una provincia “sin fondos” y “con miles de pobres”; el empresario Cristóbal López asistió al acto de asunción.
Rodeado de una multitud de simpatizantes y trabajadores de los gremios petroleros y de la construcción, Claudio Vidal, en su primer mensaje como gobernador de Santa Cruz, confirmó el diagnóstico que había adelantado durante la transición. Aseguró que el kirchnerismo le deja “aguas envenenadas” para gobernar una “provincia desvastada y en muy malas condiciones”, con “miles de santacruceños” bajo la línea de la pobreza.
Vidal dijo que hubo “corrupción desmedida” y apuntó así contra la gestión de su antecesora, Alicia Kirchner. Aseguró que le dejan la provincia sin fondos para dar un aumento a los empleados estatales.
“Venimos de un ciclo político de más de 30 años en Santa Cruz, un ciclo político que puso presidentes, vicepresidentes y gobernadores durante más de 32 años y ¿cuál es el resultado? Seguimos sin poder tener más de 80 días de clases, seguimos dependiendo del empleo público y de la plata que nos manda la Nación, seguimos teniendo miles de santacruceños bajo la línea de pobreza”, afirmó Vidal en un acto en el que por primera vez en tres décadas el kirchnerismo quedó reducido a un puñado de legisladores de Unión por la Patria que escuchaban desde la primera fila.
“Tenemos los recursos, tenemos gas. Tenemos petróleo. Tenemos carbón, oro, plata actividad, pesquera energía renovables turismo y servicio tenemos todo, pero a la vez demasiado poco para el pueblo”, enumeró el sindicalista que llegó a la gobernación desde el partido SER que fundó hace cinco años y armando un estratégico frente electoral. “Tenemos todo, pero ¿qué es lo que tenemos? Un 43% de pobres y regiones de la provincia que han sido completamente olvidadas”, remarcó el gobernador, que tuvo el acto de asunción en una de las sedes del Sindicato Petrolero que él encabeza.
Luego de jurar en el cargo en un acto que no contó con la presencia de Alicia Kirchner, Vidal tomó la jura a sus ministros y en 20 minutos hizo el diagnóstico más crudo que se recuerde en la provincia, quizás comparable al de Néstor Kirchner, quien en 1991, al asumir su primer mandato como gobernador, había asegurado que recibía “una provincia en llamas”.
En primera fila siguió el discurso con atención el exgobernador Sergio Acevedo, quien asumió en 2003 de la mano del kirchnerismo, pero renunció en marzo de 2006, con fuertes diferencias con el entonces presidente Néstor Kirchner. Desde 2018 acompaña a Vidal en su incursión en la política, en tanto que ahora lo reemplazará como diputado nacional en la banca que el flamante gobernador dejó vacante.
El diagnóstico que desgranó hoy Vidal ubica a la provincia en terapia intensiva, “tenemos un déficit fiscal anual en Servicios Públicos de más de $21.600 millones, en Distrigas más de $4.800 millones, en la Caja de Servicios Sociales $42 mil millones, en los municipio, $12.000 millones y en la Caja de Previsión 48.000 millones y si tuviéramos que dar un aumento hoy a los trabajadores estatales no hay fondos”, detalló Vidal, quien asume la gestión sin contar con el presupuesto 2024 aprobado, pero previsto en $1.3 billón.
“La situación actual de la provincia es insostenible, lamentablemente somos el resultado de demasiado fracasos, conflictos y una corrupción desmedida; los que van a dejar el actual gobierno, nos dejan aguas envenenadas, la provincia está devastada, en muy es muy malas condiciones fueron años de políticas nefastas años de reglas poco claras. Quiero que sepan yo no sigo esas reglas, me sume a la política para cambiarlas”, afirmó.
Vidal, de 43 años, hijo de una familia humilde, hizo subir al escenario a sus padres y a sus tres hijos, quienes lo abrazaron y generaron uno de los momentos de mayor emoción de la ceremonia. Agradeció a su madre por haberlo educado en soledad y atravesando penurias y a ella le dedicó las primeras palabras de su discurso. “Vengo de una familia sencilla y humilde, de una infancia repleta de adversidades y contratiempo de situaciones que me enseñaron el valor del trabajo y el esfuerzo, todo lo que viví me convirtió en el hombre que hoy asume la enorme responsabilidad de ser gobernador”, aseguró.
“Este es el momento de Santa Cruz me toca encabezar una nueva etapa en la transformación de nuestra provincia es un momento único en más de 32 años, es el momento de probar, que si se administra bien la plata, alcanza, es el momento de probar, que no somos todos iguales y no todo da lo mismo venimos de una etapa de excesiva concentración del poder que tuvo como resultado decisiones equivocadas, excesos y abusos nosotros venimos con la decisión de cambiar esa forma de ejercer el poder”, afirmó en otro de los momentos más duro de su discurso.
En primera fila lo escuchaban con atención el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, a quien agradeció especialmente por haber viajado y con quien mantiene una relación cercana. También estaba gente de la vieja guardia kirchnerista, como el exsenador Nicolás “Tito” Fernández, sentado junto al empresario y presidente de CGC, Hugo Eurnekián, cuya petrolera lleva adelante la exploración del yacimiento no convencional Palermo Aike, junto a YPF. En tanto que una fila más atrás, estaba el empresario Cristóbal López y el exsecretario de Comercio Guillermo Moreno, que tiene vínculos con el gobernador Vidal.
En su discurso, Vidal se comprometió a respetar la Constitución y la independencia de poderes, y pidió por “Poder Judicial, un ámbito independiente que le dé certidumbre a las instituciones y a la vida en común y no un Poder Judicial rodeado de militantes políticos”. Minutos antes había izado la bandera junto a Paula Ludueña, presidenta del Tribunal Superior de Justicia, que siguió el discurso con atención.
En esa misma línea aseguró que no buscaba revanchas y en referencia a la construcción variopinta del frente multipartidario que lo llevó a la gobernación aseguró: “No me importa de dónde vienen los que me acompañan, si no hacia dónde vamos”.
Sobre el final pidió: “No más odio, no más divisiones, no más mala política, no más prepotencia, no más soberbia, no más corrupción, basta, se terminó”, exclamó ante un gimanasio que le respondió con un aplauso cerrado.
Sin dar demasiadas precisiones del futuro, adelantó que su gobierno tendrá tres ejes: educación, trabajo y producción.
Acerca de la política educativa se comprometió a recuperar el salario y las condiciones de trabajo de los docentes, mejorar la infraestructura escolar y ampliar la oferta educativa.
El petrolero se comprometió a no crear más impuestos a la producción, ni a subir los existentes, a fortalecer las pequeñas y medianas empresas, a promover el desarrollo regional, a poner en marcha las dos zonas francas de la provincia y a crear parques industriales con acceso al gas y a la energía libre de impuestos provinciales.
“Salomón” es el nombre elegido por Vidal para bautizar el segundo gimnasio que el gremio petrolero construyó en al provincia y donde se realizó su asunción. Profundamente creyente, fue el pastor evangelico Bolivar Santos el encargado del mensaje espiritual y recordó el día que inauguraron el mastil que precedió al gimnasio.
“Había un desafío muy grande, pero pudimos reclamarle al cielo si el el era hombre que podía llevar adelante los destinos de una provincia tan rica y creo que Dios no se equivoca. Dios saca y pone reyes y hoy el pueblo le dio ese mandato y creemos que Dios va a ayudarlo a llevarlo adelante, somos testigos de este lugar profético”, afirmó. Pese a que se anunció la palabra del obispo Ignacio Medina, finalmente, no estuvo en el acto.-