El economista habló en la 99.9 sobre el duro contexto económico que están atravesando los argentinos y se refirió al proceso en el cuál estamos inmersos.
La realidad económica argentina es muy complicada y los argentinos la viven cotidianamente en carne propia. Sin embargo, el economista Claudio Zuchovicki siempre aporta una mirada un poco más amplia de lo que está sucediendo y, sobre todo, porqué están pasando cosas que complican la vida cotidiana de los argentinos.
En diálogo con la 99.9, remarcó que “en todos los órdenes de la vida uno toma decisiones con lo que tiene y con lo que puede. En el contexto que estaba Argentina al borde de la hiper inflación; se tomaron decisiones muy violentas a nivel macro con una licuación fenomenal. La recaudación baja por recesión pero bajó mucho más el gasto porque las partidas que gasta el gobierno, no se movieron. Eso generó superávit fiscal en enero tanto primario como secundario por primera vez desde 2012. Enero es un mes bastante liviano donde se puede lograr eso por la estacionalidad“.
Es un proceso que se debía, en cierta forma, atravesar sabiendo que habría un problema que deberán afrontar los argentinos de a pie: “el Estado al no tener déficit fiscal, deja de emitir. Hay menos pesos en la calle y vos necesitas más pesos para comprar las mismas cosas. Eso provoca la recesión porque baja el poder de compra; es un antibiótico contra la inflación que empieza a ser decreciente pero no por un gran mérito sino porque es la elección entre dos cosas y elegís la menos mala. El Estado deja de tomar plata prestada y los bancos, como no tienen a quien prestarle, te empiezan a llamar para ofrecerte créditos hipotecarios y demás; comenzando un círculo más virtuoso. La macro la corregiste y estas discutiendo el tamaño de la recesión, pero el que hizo el ajuste es el poder adquisitivo de la gente”.
Para Zuchovicki, esto es algo doloroso hoy para tener una mejora a futuro que es justamente lo que dijo Javier Milei en campaña: “cuando uno elige una carrera larga, los primeros meses son muy difíciles hasta que después te acomodas y podes mejorar tu condición. Empezamos a discutir los procesos de cambio, pero todos sabíamos de los problemas que había como los fideicomisos o el nivel de gasto de la política para una campaña. Por fin empezamos a discutir eso. Cuando planteamos cada desregulación, el interesado va a reaccionar porque le tocas curros que tuvo durante mucho tiempo. No nos podemos sorprender por eso, pero necesitamos cambiarlo en serio”.
Lo que advirtió además es que el esquema que se ha montado no puede sostenerse durante demasiado tiempo, sino que hay que empezar a establecer nuevas pautas generales para que el sistema se empiece a corregir: “esto no va a ser sostenible en el tiempo si no cambias cosas como la reforma laboral, no se puede solucionar todo no gastando más. En algún momento hay que reimpulsar la economía, para eso era la reforma estructural, darle lugar al privado para que invierta”.