A pesar del restablecimiento de la seguridad y el acuerdo con la policía, las armerías son más visitadas por los ciudadanos.
Regresan el orden y la seguridad, pero el miedo no se va. Por tercer día consecutivo, los tucumanos realizan largas colas en las armerías en busca de un arma de fuego. La incertidumbre y el caos que reinaron en el Gran San Miguel de Tucumán durante 48 horas, por una protesta policial, provocaron que se rompiera el lazo entre la comunidad en general y la Policía, según señala La Gaceta.
Uno de los propietarios de Canigó, Ernesto Vidal, había explicado el miércoles a la mañana que el interés por comprar armas se había duplicado, pero que muchas personas desistían de la operación porque el trámite legal para llevárselas demora al menos 60 días.
Vidal aclaró que hay clientes que se presentaban a comprar proyectiles, pero también chocaron con las disposiciones legales que impiden comercializar balas y cartuchos a aquellas personas que no tengan el carnet habilitante para adquirir las municiones.
Por otro lado, cuatro freezers que habían sido robados de una heladería Grido de avenida Ejército del Norte y Ramírez de Velazco fueron recuperados en las últimas horas por la Policía. Los elementos fueron sustraídos durante los saqueos ocurridos durante una protesta policial por una recomposición salarial.
El procedimiento se realizó el miércoles por la tarde, según precisó el agente José Barrera, de la comisaría 14, a cargo del Comisario René Soria. “Tres de los freezers estaban escondidos y tapados a la orilla de una vía, mientras que el otro estaba tirado en un baldío. Aparentemente les llegó el dato de que iba a ir la Policía”, estimó.
El agente indicó que por el momento no hubo detenciones. Respecto a lo sustraído de la heladería, afirmó que, más allá de la mercadería y de los freezers, los delincuentes se llevaron mesas y sillas del local. “Al aire acondicionado no lo pudieron arrancar”, señaló.