Se permitirá la importación de hasta 350 buses eléctricos durante tres años por parte de importadores o fabricantes, para incentivar el transporte sustentable
El gobierno nacional autorizó ayer por decreto la importación de hasta 350 buses eléctricos por parte de fabricantes o importadores, con un cupo máximo de 60 colectivos por empresa y por un plazo de tres años. La medida establece un arancel del 10%, “pero las compañías podrán importar con arancel cero si presentan un plan de producción local que contemple una integración creciente de partes y piezas nacionales”, informó el Ministerio de Producción en un comunicado.
Mediante el decreto 51, publicado ayer en el Boletín Oficial, se aclara que “la posibilidad de importar ómnibus eléctricos sin arancel queda supeditada a que las empresas inicien su producción en un plazo menor a dos años, respecto de la primera compra en el exterior y por un volumen al menos equivalente al promedio de unidades importadas por año”. En el mismo decreto se establecen los cambios correspondientes en la Nomenclatura Arancelaria del Mercosur, lo que supone una excepción al arancel externo común del bloque.
La integración de partes locales “deberá ser de un mínimo del 10% durante los primeros dos años y subir al menos hasta 25% a partir del tercer año de producción del vehículo en el país”, aclararon desde la cartera que encabeza Francisco Cabrera. La autorización para importar buses eléctricos se extendió -con un arancel del 2%- a “2.500 cargadores de acumuladores de buses y vehículos automotores de 50 Kw/h (kilovatios/hora) de potencia o más, que utilicen una tecnología de motorización alternativa (…) susceptibles de ser cargados a una fuente de alimentación eléctrica (…)”, indica.
Terminales automotrices consultadas por este diario se manifestaron a favor de esta medida. “El proyecto está en análisis en la Argentina. Mercedes-Benz lidera el tema a nivel mundial por lo que esperamos poder aprovecharlo”, sostuvo Gustavo Castagnino, director de Relaciones Institucionales de la firma alemana. Otra de las potenciales beneficiarias es la automotriz china Byd, que anunció en junio del año pasado que invertirá u$s 100 millones para producir 300 buses eléctricos por año en Salta.
En Scania, si bien no confirmaron planes de fabricar o importar vehículos eléctricos en la Argentina, señalaron que están “trabajando con combustibles alternativos a nivel global y en el mercado local hay proyectos avanzados con biodiesel”. Y en Hyundai no planean ingresar en el sistema en el mediano plazo. A este negocio también podrían ingresar nuevos jugadores, como Grupo Iraola, fabricante de motos Corven, que anunció planes de incursionar este año en la comercialización de buses eléctricos, y también la compañía de micros de larga distancia Vía Bariloche.
El transporte sustentable conlleva beneficios económicos, sociales y ambientales. Según un informe de ONU Ambiente y FIA (Federación Internacional del Automóvil), reemplazar la actual flota de buses y taxis en Buenos Aires por vehículos eléctricos evitaría 6.300 muertes anuales asociadas a la contaminación del aire, $ 10.500 millones en combustibles y la emisión de 65.8 Tn de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Uno de los interrogantes que abre esta medida es dónde se cargarán los buses eléctricos, y si serán las compañías eléctricas o las firmas petroleras quienes proveerán este servicio.