Los científicos descubrieron que la acumulación de nieve ha aumentado en una región del este del Antártida, una tendencia que, si continúa o se extiende, podría disminuir la contribución de la capa de hielo al aumento del nivel del mar y posiblemente mitigar una de las consecuencias más temidas del cambio climático.
El nuevo estudio, realizado por científicos de la NASA y otras instituciones, examinó las nevadas en el oeste de Queen Maud Land, un área al sur del extremo sur de África que se está calentando rápidamente y que contiene el 7 por ciento del hielo de la Antártida.
Basado en un núcleo de hielo de más de 150 metros de largo extraído de la gruesa capa y que contiene un registro de nevadas de más de 2,000 años, los investigadores encontraron que los niveles de acumulación de nieve habían estado aumentando desde 1900, y el aumento es más marcado en las décadas más recientes al 2010. Es un hallazgo que se alinea con la noción de que el cambio climático, el aumentar la retención de vapor de agua en la atmósfera, está aumentando las precipitaciones.
“Gracias a las nevadas, sabemos con mucha firmeza que, a día de hoy, no hay nada como lo que hemos visto en el pasado, esencialmente hace 2,000 años“, comenta Brooke Medley, científica investigadora de la NASA y autora principal del estudio en Cartas de Investigación Geofísica. “Está recibiendo mucha más precipitación”, agrega.
Medley llevó a cabo la investigación con compañeros de instituciones de Estados Unidos, los Países Bajos, Suiza y Alemania.
El trabajo, dijo, arroja luz sobre la dinámica a gran escala de cómo el agua se mueve hacia y desde la capa de hielo antártica directamente al mar, un proceso de sumas y restas cuyas sumas globales determinan cómo la capa de hielo está afectando el nivel del hielo de los océanos del planeta. La Antártida en general tiene unos 60 metros de aumento potencial del nivel del mar.
Este año, una gran cantidad de nieve ha caído sobre la Antártida, el equivalente de 5 a 7 milímetros de aumento del nivel del mar anualmente, según el nuevo estudio.
Cualquier modificación en cualquier lado de esta ecuación (más nevadas o más pérdidas de hielo) cambiaría la contribución de la Antártida respecto al aumento del nivel del mar. Y ya sabemos que la pérdida de hielo en la Antártida ha ido en aumento, particularmente en la vulnerable región de la Antártida Occidental, que ha atraído la atención masiva de los medios de comunicación después de que grandes glaciares hayan caído dejando imágenes espectaculares.
“Es ‘lo que entra’ en lugar de ‘lo que sale’. La mayoría de los estudios no están interesados en la parte de ‘lo que entra’, pero son igualmente importantes“, remarca Medley.
Efectivamente, el estudio actual encontró que las nevadas en la parte oeste de Queen Maud Land es un 25 por ciento mayores que las nevadas en la era preindustrial, antes de finales del siglo XIX. Mientras tanto, esto ha sucedido incluso cuando las temperaturas han aumentado en un grado Celsius por década en Kohnen Station, una estación meteorológica en la región que actualmente tiene un récord de temperatura en los últimos 19 años.
Sin embargo, para proporcionar un contrapeso significativo a la pérdida esperada de hielo a largo plazo de la Antártida, el aumento de la acumulación de nieve debería continuar en las próximas décadas y también debería ocurrir en otras partes del continente, áreas que el estudio aún no ha abarcado. Los investigadores conjeturaron que, en general, esta tendencia a la precipitación creciente esté ocurriendo en una vasta área de la Antártida: entre el 7 y el 10 por ciento de la capa de hielo.
Mientras tanto, cuando los científicos compararon los resultados con los hallazgos de un grupo de modelos climáticos globales, descubrieron que los aumentos de temperatura y la acumulación de nevadas estaban superando el ritmo de las predicciones del modelo, incluso en un escenario de calentamiento global muy elevado.
De hecho, el estudio señala que los modelos predicen un aumento en la acumulación de nevadas sobre la Antártida para finales del siglo que es equivalente a 1.5 milímetros del nivel mar anualmente. Una cantidad tan grande, si no se compensa con el aumento de las pérdidas de hielo en la periferia de la Antártida, contrarrestaría la mitad del aumento actual del nivel del mar.
Sin embargo, aunque se esperan aumentos de nieve en la Antártida, la investigación actual solo se dirige a la parte occidental de Queen Maud Land. Las próximas investigaciones tendrían que mostrar si estos cambios también están ocurriendo en otros lugares y en qué medida puede estar compensando la pérdida de hielo de la Antártida Occidental y en otros sitios.
Aún así, varios expertos consultados por The Washington Post para este artículo coincidieron en que la nueva investigación podría tener implicaciones significativas.
“La noción de que el aumento de la acumulación en la Antártida oriental contrarrestará al menos el aumento de la salida de hielo se ha discutido durante mucho tiempo“, comentó por correo electrónico Ted Scambos, experto antártico en el Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo en Boulder (Colorado). “El problema es que a largo plazo, si la Tierra se calienta, las capas de hielo se encogen. El efecto de compensación no dura”, advierte.
“Para la planificación humana, sin embargo, retrasar el aumento del nivel del mar en unos pocos siglos es decir como: ‘no hay que preocuparse, no importa’. De ser cierto, podría tener un gran impacto en el ritmo eventual del aumento del nivel del mar“, continuó Scambos.
Andrew Shepherd, un experto antártico en la Universidad de Leeds, subrayó que la brecha entre los modelos climáticos y las observaciones en este caso requiere más investigación.
“Es importante averiguar si esta discrepancia es generalizada en todo el continente y presente en otros modelos climáticos, de modo que las proyecciones climáticas puedan revisarse para tener en cuenta el aumento de las nevadas, ya que podría compensar una proporción del aumento del nivel del mar futuro“, remarcó por correo electrónico.
El nuevo resultado se desprende de un estudio previo de la NASA de 2015 que descubrió que la Antártida en su conjunto estaba creciendo en masa tanto como en 2008, un hallazgo que fue aceptado por muchos escépticos sobre el cambio climático.
Sin embargo, el resultado actual es diferente. Medley enfatizó en una entrevista que si bien la acumulación de nevadas podría mitigar parcialmente las pérdidas de hielo en la Antártida Occidental, no está afirmando que la Antártida actualmente está ganando hielo, solo que las pérdidas actuales pueden compensarse un poco.
Al mismo tiempo, los hallazgos en cierto sentido presuponen la realidad el cambio climático causado por los humanos; después de todo, las temperaturas están aumentando rápidamente en Queen Maud Land y un aumento en la precipitación es lo que se esperaría que ocurriera en respuesta al cambio climático.
Por lo tanto, aunque no hay nada que refute el cambio climático, la nueva investigación podría señalar un posible rayo de luz, especialmente si se verifica en futuras investigaciones.