El Parque Eólico Rawson está ubicado en la localidad chubutense homónima, es el parque eólico más grande de la Argentina y uno de los más importantes de América Latina.
El presidente Mauricio Macri dejó inauguradas con su visita las obras de expansión del Parque, que incluyeron la incorporación de 12 nuevos aerogeneradores mediante una inversión de casi u$s 40 millones por parte del grupo empresario Genneia.
En el inicio de sus operaciones, ene enero de 2012, contaba con 43 aeronavegadores y una producción eléctrica de 300.000 MWh anuales, la que inyectada al Sistema Argentino de Interconexión representaba energía suficiente para alimentar 100.000 hogares en ese período.
Además, implicó el ahorro de u$s 75.000.000 en importación de combustibles fósiles y un beneficio adicional: al tratarse de una energía renovable evitó la emisión de 204.000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
Con la ampliación pasó a tener en marcha 55 aerogeneradores, con los que abastece a 37 mil casas más y evita la liberación de 246.000 toneladas de CO2 que se generan a partir del uso de las otras formas de energía.
Desde su entrada en operación comercial y hasta octubre pasado, el Parque operó sin interrupciones y aportó un volumen total de energía superior a los 1.600 Gwh, lo que representó el 55% de la energía eólica producida en todo el país (la proporción era de 49% antes de la ampliación).
El grupo Genneia, titular del proyecto, destacó que las inversiones realizadas en los últimos seis años en el predio de 1.500 hectáreas incluyeron el desarrollo de obra civil, 55 bases para los aerogeneradores, caminos internos y la construcción de la subestación transformadora y la sala de control.
El grupo -que opera también en plantas térmicas, comercialización y transporte de gas- pertenece en un 43,6% a Argentum Investments LLC; 25% es de Fintech Energy LLC; 8,4% en cada caso corresponde a los empresarios Jorge Horacio Brito, Jorge Pablo Brito y Delfín Jorge Ezequiel Carballo; y 6,4% es de Prado Largo S.A.
Las energías renovables provienen de recursos naturales que no se agotan y a los que se puede recurrir de manera permanente. En el caso de la eólica, se produce por el movimiento de las aspas de las turbinas (de alrededor de 80 metros de altura) por efecto del viento. El eje rápido produce la transformación en energía mecánica y, acoplado al generador, posibilita que se convierta en energía eléctrica, que luego baja por medio de cables conductores hasta un transformador y desde allí a la red.