Un estudio realizado en Estados Unidos determinó que el 38% de los niños menores de dos años usa un teléfono inteligente, lo mismo ocurre con el 63% de los menores de ocho años. El tiempo que dedican a los aparatos digitales se triplicó desde 2011.
El 63% de los niños menores de ocho años usa el smartphone, según un estudio de Common Sense Media realizado entre niños de Estados Unidos. Hace dos años, el porcentaje era del 41%. Lo más sorprendente es que entre los menores de dos años el uso es del 38%, lo que evidencia un crecimiento de 28 puntos desde 2011.
Es la segunda edición del estudio de CSM, que se realizó con los mismos parámetros que el anterior, para poder comparar mejor la situación de hace dos años con la actual y el mismo estrato de población y número. El salto del uso del smartphone, sin embargo, es inferior al impacto de la tableta que, en estos dos años, subió del 8 al 40%, mientras que el del reproductor iPod o similares pasó del 21 al 27%.
Entre los niños, los aparatos digitales no solo ganan mayor popularidad sino, también, tiempo de dedicación: de los cinco minutos de 2011 a los 15 minutos actuales. La llamada de voz no es la principal actividad, sí los datos: principalmente juegos, descarga de aplicaciones o visión de películas. En ese sentido, su uso aumentó del 38 al 72% en el mismo período.
Al ritmo que crece el uso de los aparatos digitales, decrecen los clásicos que aún retienen la audiencia infantil durante dos horas y 16 minutos, pero 21 minutos menos que hace dos años. Todas las pantallas tradicionales pierden, pero la televisión sigue siendo la reina de la casa. Baja de 69 minutos a 57 y, además, ese tiempo se distribuye de muy diferente manera: 18 minutos para programas grabados, 10 minutos para descargados o en streaming y seis minutos para los solicitados bajo demanda. También el reproductor de DVD pierde (nueve minutos) y se queda en 22; la PC pierde seis minutos (le quedan once) y los videojuegos se quedan en diez minutos, cuatro menos que hace dos años.
La lectura en tableta y smartphones también aumenta en la población infantil, pasando del 4 al 30%. Pero la lectura no es, ni mucho menos, la actividad más popular en estos aparatos.
Respecto del uso de aparatos digitales según los ingresos económicos de las familias, también aumenta en la clase baja norteamericana, subiendo del 22 al 65%, aunque se mantiene la brecha respecto de las ricas. El porcentaje de tabletas en casas de familias modestas crece del 2 al 22%, cuando entre las ricas es del 63% y el acceso a la banda ancha es casi el doble en las familias pudientes.