El Fondo Monetario Internacional emitió un comunicado respaldando la postura argentina en la negociación con los fondos buitres.
Llama la atención que el Fondo Monetario Internacional difunda recién este viernes un documento con argumentos a favor de la postura argentina en su lucha contra los fondos buitre. Cabe señalar que el trabajo referido a la reestructuración de las deudas soberanas fue concluido el pasado 22 de mayo y analizado por el Directorio del organismo multilateral 7 días atrás justo antes de conocerse la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos de no tomar el caso argentino dejando firme el fallo a favor de los holdouts.
El propósito del documento, elaborado por la línea del FMI, es llevar adelante “posibles reformas” para atender problemas de deuda de los países brindando una “asistencia financiera más flexible y equilibrada”.
El extenso paper analiza los casos de default soberano a lo largo de las últimas décadas, mencionando los casos de Rusia, Turquía y por supuesto como no podía ser de otra forma, el default argentino.
El trabajo hace referencia a un tema de gran actualidad para el país, como son las limitaciones de las cláusulas de acción colectiva en los acuerdos. Al respecto se menciona que estos procesos permiten que los holdouts interrumpan el flujo de pagos a los deudores que aceptaron la reestructuración, con el consiguiente desestímulo a participar en acuerdos voluntarios de deuda.
Más aún, la posibilidad de obtener pagos fuera de los acuerdos tiende a multiplicar a los holdouts y disminuir los posibles interesados en una reestructuración. “Riesgo que ha aumentado como resultado del litigio de la Argentina” con los fondos buitre, señala el documento.
El Fondo prevé precisamente la elaboración en el curso del año de otro trabajo referido específicamente a las cláusulas colectivas en los contratos de reestructuración de deuda, es decir el problema que tiene en vilo a la Argentina como consecuencia de aquellos deudores que no ingresaron a los canjes de deuda de 2005 y 2010 y ahora amenazan toda la reestructuración.
Cabe recordar que en el 2002 el Fondo estableció un marco de políticas para estos problemas de deuda soberana como consecuencia de los casos de default de los años 90 y, particularmente, según dice el propio FMI, tras la experiencia de la cesación de pagos de la Argentina a comienzos del milenio. Concretamente, los documentos del organismo multilateral reconocen que “la decisión del Fondo de prestar a la Argentina en 2001 y el subsecuente default de la deuda del país, sirvieron como un catalizador para una amplia revisión de las políticas de ayudas excepcionales”.
El documento elaborado previo a la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos (que no tomo el caso argentino), sin embargo, estimo que el fallo quede firme (a favor de los bonos buitres), y en ese sentido, anticipa que “han habido discusiones en curso para modificar los contratos de bonos soberanos de forma que limitaría el impacto” de tales decisiones.
Existe “un creciente consenso de que la provisión de pari passu debería ser modificada para evitar el tipo de interpretación que fue alcanzada por las cortes de Estados Unidos”, indica el trabajo.