Debemos darnos cuenta que así transita nuestra sociedad: o se siente protegida por una Justicia con mayúsculas que le permite caminar por la calle en paz, o la justicia se escribe con minúscula, se interpreta de manera liviana, y todos nos sentimos caminando en la cuerda sin una red que ataje en la caída.
Varios son los casos y de distinto tenor que sacuden a diario a los argentinos, sobre los que las decisiones judiciales dejan un regusto amargo. Como también hay los que reciben interpretaciones mediáticas o políticas que se alejan de la comprensión del derecho, confundiendo aún más al ciudadano de a pie; a ese hombre como cualquiera de nosotros que sueña con una Justicia que lo contenga, lo proteja, le permita vivir (y dormir) en paz. Para hablar del tema recurrimos al Dr. Mauricio D´Alessandro, diputado por UDESO, el partido provincial que lidera Francisco De Narváez.
“Hablan de pureza en la Justicia pero hacen renunciar a funcionarios para dar quórum en el caso AMIA”.
Mauricio D’Alessandro
Noticias & Protagonistas: ¿Tiene la sociedad una fantástica confusión respecto del Derecho? Hubo un tsunami desde la muerte del vigilador y el caso de Pablo García, el hijo de Aliverti, dejado en libertad pero dentro del marco de la ley…
Mauricio D´Alessandro: Pasa lo mismo que con el caso de Rodrigo “la Hiena” Barrios en Mar del Plata; la diferencia estaría en si hubo o no intención de ocultar el dosaje en sangre. Hay un hecho que pasó desapercibido, que tiene que ver con la decisión o no de tomar la muestra de sangre al momento del incidente. La realidad es que haciendo uso de un derecho constitucional, Pablo García se negó. Ese tema, entre la policía y el fiscal, se pasan la pelota, pero es una decisión que la policía debe comunicar y la fiscal anota en el acto. Punto.
N&P: Claro, lo que pasa es que al negarse, esa acción provoca ruido.
MD: Primero, que queda la prueba de la pipeta. El Código Penal no agrava la pena ni la modifica ni la califica por estar borracho; al revés, estando las facultades mentales alteradas, permite cierta inimputabilidad. Esa imagen de la persona con las piernas afuera, al contrario de lo que se cree, sería atenuante. Una persona en shock conduciendo sin saber adónde ir, está más cerca de la inimputabilidad que de la culpabilidad. Por supuesto que desde la familia de la víctima se entiende la reacción.
N&P: Para evitar el ojo por ojo, desde luego.
MD: En efecto. Los delitos culposos tienen un máximo de 5 años de pena, no hay forma de que este hombre vaya preso porque el mínimo es de menos de 3 años y en ese caso hay permiso de libertad. Además está el principio de inocencia, que permite caminar tranquilo mientras estamos en un proceso judicial. Esto pasa, al margen de que la gente diga que un borracho sale a la calle y mata gente. En la ruta hay muchos casos por día, y por otra parte… un tipo maneja 17 kilómetros en ese estado, ¿y nadie lo vio?
N&P: ¿No hay un déficit del monitoreo por cámaras?
MD: Es la paradoja del país. El Estado no da nada, está ausente; en 17 km. no hubo una cámara de control, y la única que se dio cuenta fue la empleada cuando García fue a pagar. La persona que recaudaba, porque lo único que les importa, un país visto desde lo económico, es quitarle la plata a la gente sin devolverle en servicios.
N&P: Pablo García se negó a la extracción, tiene la prueba del alcoholímetro, pero ¿qué sucederá con este método, entendiendo que se están utilizando insumos vencidos?
MD: Eso pasa en el 68% de las multas en Estados Unidos, que van a juicio y terminan inocentes, o porque el radar funcionaba mal, o por ese motivo. Es la chicana más famosa del mundo.
N&P: Desde lo forense, ¿con una muestra de cabello se podría saber si estaba drogado?
MD: Lo penal habla de las personas que conducen alcoholizadas, eso lo califica como negligencia. ¿Cómo probar eso?: habrá pericias que demostrarán lo que bebió. Respecto de las nulidades, hay posturas diferentes. Yo sostengo que no se puede permitir la extracción compulsiva de sangre, está bajo principio de reserva; pero la justicia, como consecuencia del caso Herrera de Noble, lo ordenó. La realidad es que cuando ocurre, la policía consulta a la fiscalía y nadie se atreve a maniatar a quien se niega. También es cierto que en este caso le caen a Aliverti, pero él es una víctima más.
N&P: Sin importar si se llama Aliverti o Feinmann, es el padre y la reacción primaria: siempre va a ser la de ayudar al hijo…
MD: El mismo principio de aplicación de la víctima; claro, cuando alguien mira desde arriba, la situación tiene más vueltas. Pero la sociedad se mejora en estos casos, aunque nos pese. Feinmann, que juega el papel que le gusta a la gente, señalando la barbaridad; y Aliverti, vive el rol que tiene el padre de un hijo que hizo esto. No creo que piense que lo iba a sustraer de la justicia, pero sí que se lo iba a hacer más fácil. Si estos escándalos se hubiesen dado el domingo, por ejemplo, estaba preso. García está libre porque no se supo antes, hubo fuerzas que actuaron para que no se conociera.
N&P: ¿Las oscuridades de las que habla Gils Carbó?
MD: No, eso es otra cosa. Habla de terminar con la familia judicial, pero ella forma parte del sistema. Tiene una hermana que es jueza, que fue secretaria durante 30 años. La verdad es que si piensan democratizar la justicia arrancando por aprobar el dictamen de la comisión del caso AMIA trayendo a dos funcionarios que renuncian para dar quórum, son una manga de chantas increíbles.
N&P: En ese universo desde Gils Carbó hacia abajo, hay dos jueces de Mar del Plata, Roberto Falcone y Mario Portela, impresentables. Falcone fue abogado de Ciga Correa, el jefe de escuadrones de la muerte en El Salvador, en tanto que Portela fue ascendido en tiempos del Proceso. Hicieron dos juicios a nuestro medio por comunicar estas cosas y perdieron los dos. Son sujetos peligrosos, con estatus peligrosos y acciones peligrosas.
MD: La justicia está plagada de malos jueces que en algún momento juraron por el Proceso. Lo que sí creo, con lo que hay, es que tendría que funcionar mejor. Hay más de 100 cargos sin ocupar, con concursos hace cinco años, con denuncias de que las preguntas se las daban antes. Falla la política, hay privilegios. En países normales está el control del jury, pero acá no funciona porque la política es lo que está mal. No es la aristocracia de la justicia, eso puede que pase en algunos nichos, pero no en los términos que se denuncian. Es imposible pensar que quien hace renunciar dos funcionarios para ir a votar, pueden venir a decirnos eso.