En un fallo considerado ejemplar, le dieron 14 años de cárcel.
En un fallo ejemplar, la Justicia condenó a un hombre a 14 años de prisión efectiva por haber prendido fuego a su mujer embarazada.
La fiscal del caso hizo todo su planteo usando argumentos de violencia de género. Pidió que la condena fuera por tentativa de homicidio, basándose en la relación tortuosa de la pareja, que mantuvo a la mujer sometida durante años. El hombre, además de incendiar a su mujer, que perdió el embarazo, quedó quemada y con una profunda depresión, amenazó de muerte a la vecina que la ayudó.
Si bien la defensa había pedido la nulidad del planteo de la fiscal Mónica Cuñarro, ayer el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 rechazó este pedido y condenó a Simón Bracamonte, de 37 años, como autor material de “homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa”. Irá 14 años a prisión, un destino que ya conoce porque estuvo preso varias veces por diversos robos con armas. De hecho, el día del ataque estaba en libertad condicional.
“El fallo que dictaron los jueces Luis Salas, Alberto Huarte Petit y Martín Vázquez Acuña es ejemplar, ya que cuando se cometió el hecho no tomó la figura del feminicidio, pero ahora para la pena, los jueces evaluaron el caso como un hecho de violencia de género, lo que lo transforma en un caso paradigmático”, explica Cuñarro a Clarín. La fiscal lo tomó como de violencia de género desde el primer momento. Incluso pidió que el acusado no estuviera cuando la víctima declarara, por su extrema vulnerabilidad.
La mujer habló de reiteradas agresiones psicológicas y físicas, que denunció en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte.
Pero el peor ataque fue el 23 de julio de 2012. Se vieron porque ella se enteró que estaba embarazada una vez más (tienen tres varones de 3 a 12 años). Discutieron. La obligó a desnudarse, le vació en la cabeza una botella de alcohol y la prendió fuego con su encendedor. Cuando un vecino fue a ver qué pasaba por los gritos, ella logró escaparse y meterse en la casa de otra vecina que llamó al SAME. Cuando llegaron los médicos, el hombre intentó detenerlos, pero llamaron a la policía y fue detenido. En el juicio, reconoció haber quemado a su mujer, y haberla golpeado otras veces. Cuñarro contó con el apoyo del Programa de Políticas de Género del Ministerio Público Fiscal y de la Oficina de Asistencia a la Víctima de la Procuración (OFAVI).
“La relación siempre fue violenta por culpa de él”, asegura la fiscal. Se casaron en el 2002. El estaba preso por tres causas y tenía una condena unificada de 11 años. En 2004 salió en libertad condicional, que se le cortó por otro robo. Pero el año pasado logró otra condicional. La vio y le pegó. “El informe de las psiquiatras de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte marcó que el nivel de sometimiento de ella era muy alto. Esa vez que fue a denunciarlo llegó golpeada, con hematomas, y aún así no quiso iniciar una causa penal”. Sí se logró un impedimento de contacto hacia ella, los hijos y la casa de los padres de ella. El 23 de julio él violó ese impedimento y no sólo la vio, sino que la prendió fuego. “En otro momento este caso se trataba como lesiones graves agravadas por el vínculo, con una pena de 3 a 6 años”, explica Cuñarro. La Justicia, esta vez, entendió que no fue una discusión que terminó mal.