Murieron tres personas como consecuencia de su negligencia, por la que se le ha impuesto una pena de cuatro años de prisión.
Un vigilante de seguridad ucraniano fue condenado en primera instancia a 4 años de prisión por no abrir el refugio antiaéreo del que estaba a cargo durante un ataque ruso en el que murieron tres personas como consecuencia de su negligencia, informó este martes la Fiscalía ucraniana.
El guardia trabajaba en el momento del ataque, que tuvo lugar durante la madrugada del 1 de junio en Kiev, en una clínica de la capital junto a la que cayó un misil ruso que acabó matando a tres personas, entre ellas una niña de 9 años.
El juez le declaró responsable de la muerte de las tres personas. Según la Fiscalía, el vigilante de seguridad cambió constantemente las explicaciones que dio durante el juicio al afirmar en distintos momentos que no tuvo tiempo de abrir el búnker, que no oyó la alerta antiaérea que avisaba del ataque y que no vio que había gente que quería refugiarse en el sótano.
La negligencia que contribuyó a la tragedia provocó en su momento un debate nacional en Ucrania sobre el déficit de refugios antiaéreos adecuados y atendidos correctamente disponibles en la capital y el resto del país para guarecerse de los bombardeos rusos.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el alcalde de la capital, Vitali Klichkó, se pasaron mutuamente la responsabilidad y las autoridades llevaron a cabo inspecciones de los refugios en Kiev y el resto de Ucrania.