Así lo reveló el director del Archivo General de la Nación al declarar en la causa por los cuadernos de la corrupción. El documento histórico fue hallado junto a una carta de San Martín durante los allanamientos en El Calafate.
La investigación a Cristina Fernández de Kirchner por la causa de “los cuadernos de la corrupción” tiene una arista insólita. Durante los allanamientos ordenados por el juez federal Claudio Bonadio en las propiedades de la ex presidenta en El Calafate y Río Gallegos, los investigadores encontraron desde carpetas con datos de magistrados hasta documentos históricos, como una carta de 1835 del general José de San Martín al chileno Bernardo O’Higgins o el prontuario de Hipólito Yrigoyen, figura histórica de la política argentina y -puntualmente- del radicalismo.
A casi un mes y medio del hallazgo, se confirmó que esta última pieza es original y fue robada. Así lo revelaron en TN Central. “Emilio Perina, director del Archivo General de la Nación, determinó y declaró en la causa que fue robado”, precisó el periodista Nicolás Wiñazki.
Perina ya había avalado esta hipótesis a principios del mes pasado. “Todo indica que las cartas de San Martín y el documento de Yrigoyen que la justicia sustrajo de la casa de la ex presidenta y que se entregaron bajo custodia al Archivo General de la Nación son auténticos y que provienen del mercado negro”, dijo el 8 de septiembre último.
Según detallaron en TN, el prontuario del ex presidente es de 1906 y consta de más de 400 páginas. En el documento se relata el seguimiento de la Policía Federal a Yrigoyen entre ese año y 1910 por su supuesta “actividad conspirativa”.
Entre los datos, figura una detallada descripción física del ex mandatario -desde el color de ojos hasta el tamaño de su frente-, la dirección de su casa en la calle Brasil y los domicilios de sus hermanos.
El prontuario fue hallado en una propiedad de la familia Kirchner en El Calafate. Días después de los allanamientos, Cristina difundió un video donde criticaba los destrozos generados durante el procedimiento. Sin embargo, nunca hizo referencia a este documento o a otros de alto valor histórico descubiertos en su vivienda.
Actualmente, tanto el prontuario de Irigoyen como la carta de San Martín se encuentran en el Archivo General de la Nación, donde siempre debieron haber estado.