Al menos 50 personas murieron y 53 resultaron heridas, durante el tiroteo esta madrugada en un club nocturno gay en Orlando, anunció el alcalde Buddy Dyer, ante los medios en la ciudad del estado de Florida.
De los 53 heridos muchos están en estado crítico tras el ataque al club “Pulse” de Orlando, en el sureste del país. Dyer habló de un tiroteo de escala “inimaginable” y pidió al gobernador que declare el estado de emergencia en la ciudad.
El jefe de la policía, John Mina, dijo que muchos cadáveres podrían seguir dentro del edificio y que “llevará un tiempo” despejar el escenario del crimen.
Mina señaló que el autor tenía un rifle de asalto Ar-15, una pistola de mano y un “número desconocido de cargas”.
El trasfondo del tiroteo, uno de los más graves de la historia de Estados Unidos, no está sin embargo del todo claro y las autoridades no descartan hipótesis, ni siquiera la de un atentado terrorista, por lo que están explorando eventuales vínculos del autor con el extremismo islámico.
Varios medios estadounidenses identificaron, citando fuentes judiciales, al autor como un ciudadano estadounidense llamado Omar M., nacido en 1986 y residente en St. Port Lucie, a 170 kilómetros al sureste de Orlando. Al parecer, procedía del estado de Nueva York pero no estaba en la lista terrorista del Gobierno.
El ataque comenzó a las 2, cuando un policía se enfrentó al autor delante del club, que abrió fuego. El hombre entró en el club y tomó rehenes. Equipos de las fuerza especiales SWAT asaltaron el club tres horas después, a las 5. El autor murió en el tiroteo que se desencadenó.