Powerhouse Telemark, ubicado en Noruega, se terminará de construir en 2019. Diseñado por el estudio Snøhetta, el uso de madera, módulos fotovoltaicos y bombas de calor permitirán maximizar la radiación solar.
La combinación de módulos fotovoltaicos y bombas de calor junto con un diseño optimizado para maximizar la exposición a la radiación solar son las claves en la construcción de Powerhouse Telemark, un edificio que está en obra desde 2015 y se terminará en 2019.
Este edificio será una construcción de “energía positiva”, como se conocen a los que producen más energía que la que consumen para su iluminación, calefacción y la utilización de los aparatos necesarios para la vida en su interior. Además, como se encuentra en Noruega (en la ciudad de Porsgrunn, que pertenece al condado de Telemark) debido a su ubicación en una de las regiones más septentrionales (cercanas al polo norte) del mundo, obtener energía solar allí, con un clima frío y pocas horas de exposición solar por día, es doblemente difícil. Otro dato más para tener en cuenta es que el sobrante de energía lo aportarán a la red.
El edificio, a cargo del estudio Snøhetta, tendrá 11 pisos, destinados a oficinas, y una superficie total de 6.500 metros cuadrados. Su fachada es similar a la de un enorme diamante con una cara más amplia, que mira al cielo para maximizar la exposición al sol, y minimizar el consumo de energía.
El empresario Emil Eriksrød, responsable de la firma, explicó que “el edificio demostrará que este tipo de construcción autosustentable además es económicamente viable: aunque costará 17 millones de dólares, eso no es más de lo que costaría un edificio de tal magnitud que no produjera energía. Y los costos de mantenimiento, una vez que el edificio esté en pie, serán mucho más bajos que los de un edificio que necesite estar conectado a la red eléctrica”.
El objetivo fundamental es demostrar que es posible desafiar los principios de la física y abastecer no solo a los edificios, también a las ciudades con energía solar.