Los módulos habían sido impresos antes en una fábrica. Y en apenas tres horas, fueron ensamblados y la casa quedó lista. Todo el proceso demoró 72 horas.
Los alcances que puede tener la impresión 3D no dejan de sorprender. Días atrás fue inaugurada en el noroeste de China una casa de dos pisos construida a partir de la unión de módulos que habían sido diseñados previamente con ayuda de tecnología de impresión 3D. El ensamblado de los seis módulos diferentes que componen la vivienda demoró apenas tres horas, informó el diario chino People’s Daily Online. Y el proceso completo no llevó más de 72 horas.
Todos los componentes estructurales de la casa habían sido impresos previamente en la fábrica, incluido el cableado, muebles de cocina, escaleras.
No es la primera vez que se utiliza la tecnología 3D en la industria de la construcción. El fenómeno viene creciendo desde hace tiempo. Sin embargo la firma Zhuoda quiere dar el salto gracias a un nuevo material, que mantiene en secreto y que, a diferencia del cemento, permitirá construir en menor tiempo y conseguir una mayor resistencia y durabilidad. La empresa, que tiene patentados 22 procesos y materiales que utiliza para construir la casa, asegura que hasta sería capaz de soportar terremotos.
Si efectivamente este nuevo material y esta nueva tecnología lograran imponerse en el mercado, el costo de las viviendas bajarían notoriamente y mejoraría el acceso a la vivienda para miles de personas. Estas viviendas realizadas con la tecnología 3D podrían costar unos 570 dólares por metro cuadrado. Y los flamantes propietarios tendrán varias opciones para elegir la decoración: si prefieren piso de madera o cerámicos, si quieren que la cocina tenga mármol o fórmica.
En China ya existe un edificio residencial realizado con una impresora 3D. Fue inaugurado a principios de este año y cuenta con cinco pisos. El material que se utilizó para ese edificio era una mezcla de cemento y residuos industriales.