Así lo expresó la presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) en diálogo con la 99.9 respecto de la paz anunciada con ETA.
En España, los familiares de víctimas del terrorismo hace varios años que vienen luchando por sus derechos. Sobre todo aquellos que han padecido la violencia de ETA. Así conformaron el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) que preside Consuelo Ordoñez quien habló en la 99.9 sobre la lucha que han llevado adelante desde entonces.
“Somos una asociación de víctimas de todos los terrorismos que actuaron en nuestro país”, aclaró primeramente. Luego se refirió a la necesidad de tener voz propia: “en 1998 fundamos el Colectivo porque nos encontramos en un contexto de tregua de ETA. Hasta el momento, todas acababan como nos tenía acostumbrados, derramando más sangre de inocentes. En ese momento de tregua, los políticos hablaban en nombre de las víctimas que teníamos que ser generosos y pasar página. Había mensajes triunfalistas, eran todos generosos con los derechos nuestros”.
Cuando percibieron lo que estaba sucediendo creyeron pertinente tener su propia forma de identificarse: “eso nos motivó a hablar por nosotros mismos y que se pueda escuchar nuestra voz. Nos juntamos más de 200 familias en San Sebastián que es la ciudad donde ETA más había asesinado. Fue algo histórico ese día a todos los niveles porque las víctimas en el País Vasco que estábamos atenazadas por el temor a ETA, empezamos a tener voz propia”.
En la actualidad España tiene un dato saliente que es una década sin que la ETA concrete atentados, algo que políticamente ha sido celebrado. Desde COVITE advierten que no se trata de un acto de imposición de la democracia sobre el terrorismo: “estamos en la conmemoración de los 10 años sin ETA en nuestro país, lo que no contarán los políticos es que lo que estamos viviendo es un final de ETA negociado. Zapatero abrió una negociación cuando estaban más movilizados y luego Rajoy se puso de acuerdo para que, cuando llegara al poder, cumpliría el acuerdo al que había llegado Zapatero. Eso era legalización de bases políticas, impunidad para terroristas y un final sin vencedores ni vencidos“.
Para Consuelo Ordoñez, el verdadero precio de esa paz lo pagan los familiares y las víctimas: “los políticos cuentan que el final de ETA fue ejemplar, sin concesiones de ningún tipo y que les han convencido. Somos las víctimas las que pagamos el precio de la paz. Todos los procesos acaban igual reconvirtiendo a los jefes terroristas en políticos intachables poniendolos en las instituciones con la impunidad de las víctimas”. La única razón para COVITE de la paz, es negar los derechos de las víctimas: “si este país está viviendo con paz estos 10 años es porque se ha cedido nuestro derecho a la justicia a ETA. Por eso no vimos detenciones en 10 años y tampoco vimos la operación policial del final de ETA”.