La prueba fue considerada como una demostración de fuerza ante la inminente visita del presidente chino a Seúl. Preocupación en Pekín.
Corea del Norte lanzó ayer dos misiles balísticos que cayeron al mar a la altura de las costas orientales, tres días después de realizar un test similar. Los gestos fueron interpretados como una demostración de fuerza antes de la visita del presidente chino a Seúl. “El Norte tiró dos misiles hacia el mar Oriental (mar de Japón) desde la costa Este del país“, indicó un portavoz del Ministerio surcoreano de Defensa, que declinó precisar el tipo de proyectil lanzado.
Según la agencia surcoreana Yonhap, que cita a un responsable militar, se trataba de misiles Scud de corto alcance (unos 500 km). “Los dos cayeron en aguas internacionales, más allá de la frontera marítima“, añadió el portavoz.
En Tokio, el ministro de Defensa, Itsunori Onodera, indicó que Corea del Norte había lanzado varios misiles y su gobierno había protestado oficialmente ante Pyongyang vía la embajada japonesa en Pekín. Corea del Sur anunció el jueves el lanzamiento por el Norte de tres proyectiles, también de corto alcance y hacia el mar de Japón.
Estos lanzamientos son vistos como una demostración de fuerza por parte del régimen norcoreano antes de la visita del presidente chino Xi Jinping a Seúl el 3 y 4 de julio. Será la primera vez en casi dos décadas que un presidente chino visita Corea del Sur antes que el Norte. Corea del Norte utiliza a menudo los tiros de misiles de corto alcance para mostrar su enfado por lo que considera “provocaciones” del Sur.
Pekín, aliada tradicional del Norte, le suministra ayuda económica esencial para su supervivencia. Pero las relaciones entre China y Corea del Norte se han enrarecido a finales de 2012 y principios de 2013, tras lanzamientos de cohetes (diciembre de 2012) y un ensayo nuclear (febrero de 2013) realizados por Pyongyang, a pesar de los llamamientos a la calma de Pekín.
El presidente Xi y la surcoreana Park Geun-hye “hablarán ciertamente de cómo limitar las ambiciones nucleares del Norte y castigar a Pyongyang si prosigue el desarrollo de su arsenal“, declara Shin In-kyun, que dirige la Red de Defensa Coreana, un centro de investigación. “Y el Norte les advierte contra la tentación de formular críticas demasiado violentas“, agrega. Seúl y Washington instan desde hace tiempo a Pekín a aumentar la presión a su aliado con el fin de que abandone su programa nuclear.
Pero a pesar de su irritación en aumento, Pekín teme sobre todo un hundimiento del régimen, que conllevaría inestabilidad, una marea de refugiados y la pérdida de un vecino comunista. Corea del Norte ha multiplicado recientemente los tiros de prueba en mar y parecen muy avanzados los preparativos de un cuatro ensayo nuclear en su principal centro de experimentación atómica de Punggye-ri.