Tarda entre 5 y 15 minutos, según la superficie, y se lo puede manejar a control remoto. La tecnología ya se usa en otros países y buscan producirlo aquí.
A lo largo de la lucha contra el coronavirus, diferentes medidas buscan cumplir un objetivo: evitar el contagio. Por eso, la desinfección juega un papel esencial al momento de combatir la pandemia. Con esa idea, un grupo de ingenieros creó un dispositivo robótico que utiliza rayos ultravioletas para esterilizar cualquier ambiente o superficie.
Mediante un escáner de láser 3D, el UVR-bot analiza toda la habitación, calcula el tiempo y la posición donde tiene que estar, y emite radiación UV-C para eliminar el ADN y ARN de virus y bacterias. La desinfección del espacio puede tardar entre 5 y 15 minutos, dependiendo del tamaño del lugar. “Para desactivar diferentes microorganismos usamos cierta cantidad de luz ultra violeta. El desafío fue cómo calcularla para el lugar que se quiere desinfectar. Esta se tiene que ajustar al espacio, e iluminar todos los rincones”, explica Martín González, encargado de la parte mecánica y diseño del proyecto.
Otra de las ventajas del robot es que se lo puede manejar por control remoto. De esta forma, en caso de tener que desinfectar una sala donde fue atendido un paciente con coronavirus, ninguna persona tendrá que exponerse. También, se evitan errores de aplicación, donde el personal de limpieza pudo omitir superficies u objetos.
El dispositivo esta ideado para utilizarse en hospitales, escuelas, bancos, medios de transporte, fábricas, oficinas y consorcios de edificios. En una segunda fase, los robots estarán en una estación de carga fija y podrán ser dirigidos remotamente vía internet a ubicaciones previamente definidas.
La tecnología ya se usa en países como China o España, donde combaten la pandemia de COVID-19. A raíz de estos ejemplos, el grupo busca implementarlos en el país. Los ingenieros ya están en diálogo con el ministerio de Producción y con el de Ciencia y Tecnología.
“Ellos están muy interesados, hace pocos días presentamos todos los avales científicos del proyecto. Nos comentan que hay muy buena recepción por parte de los funcionarios. Falta definir la producción, la distribución y cómo implementarlos”, asegura el emprendedor tecnológico.
Además, empresas de Italia y Estados Unidos contactaron al grupo para adquirir el software del robot. El objetivo será producirlo al menor costo posible. El producto argentino tiene un costo de entre USD 3.000 y 10.000, mientras que los utilizados en España superan los 170.000 dólares.
Una de los problemas que atravesó el grupo de 15 especialistas fue conseguir las piezas durante la cuarentena. El proyecto, que cuenta con validaciones y homologaciones de la Universidad Tecnológica Nacional, empezó hace 25 días.
“La construcción nos llevó 20 días. Trabajamos todos los miembros, durmiendo muy poco, considerábamos que era una prioridad para el país e hicimos el esfuerzo”, recuerda González. Ahora, el proyecto entra en la fase de producción en serie. La primera tanda será de 20 maquinas y estarán disponibles dentro de 15 o 20 días.