En el fallo, sin derecho a apelación, la CIJ reafirmó que, en esencia, las partes están de acuerdo en que el río recorre la frontera e insta a ambas partes a compartir el uso de sus aguas.
La CIJ constató por abrumadora mayoría que en seis de los ocho puntos en discusión hubo coincidencias evidentes que eliminaron la necesidad de un pronunciamiento, ya que “no hay dudas” de que “el Silala es un curso de agua internacional” y que las partes están de acuerdo en ello.
En los puntos restantes, la CIJ rechazó una denuncia de Chile sobre supuesto incumplimiento boliviano de su obligación de cooperar, así como otra de Bolivia sobre el acceso a las aguas superficiales del Silala. La postura de la CIJ permite a los dos países considerarse favorecidos por el fallo.
Chile: fallo de La Haya es “sólido”
El presidente de Chile, Gabriel Boric, aseguró que el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya es “sólido”, “fundamentado” y “categórico” y que el máximo tribunal de las Naciones Unidas reconoció que el rio Silala, que nace en Bolivia, es internacional.
“Nuestro país puede estar tranquilo con la sentencia. Hemos obtenido la certeza jurídica que fuimos a buscar!”, reconoció el mandatario chileno en una declaración oficial desde el palacio La Moneda, sede de Gobierno.
En el fallo, sin derecho a apelación, se establece que la CIJ “no está llamada a tomar ninguna decisión” sobre los puntos de la disputa entre Bolivia y Chile por el uso de las aguas del Silala, y reafirmó que, en esencia, las partes están de acuerdo en que se trata de un río internacional.
Bolivia: “Soberanía” sobre canalizaciones artificiales y el “derecho boliviano de desmantelarlas”
El canciller Rogelio Mayta manifestó que entre los logros más importantes a favor de Bolivia con el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), respecto a las aguas del Silala, se tiene que Chile reconoce soberanía sobre las canalizaciones artificiales, pues de ese modo acepta el derecho boliviano de desmantelarlas cuando considere oportuno.
“La Corte ha considerado que, Bolivia, en función de las propias declaraciones de Chile, a lo largo del proceso, tiene el derecho de desmantelarlas cuando considere oportuno”, manifestó Mayta, en conferencia de prensa dictada desde La Haya, sede de la CIJ.
Humedales bolivianos
El Silala es un río que nace en bofedales (humedales de altura) en el departamento boliviano de Potosí y en su trayecto recorre territorio fronterizo de Bolivia con Chile, pero el uso de sus aguas es motivo de una controversia que se arrastra desde 2016.
El caso llegó a la CIJ cuando Chile pidió a esa corte que declare al Silala formalmente como un curso de agua internacional, sujeto a normas específicas, para garantizar sus derechos sobre el uso de ese recurso hídrico en su territorio. A lo que Bolivia respondió en 2018 con una contrademanda ante la CIJ para pedir a la corte que le reconozca sus derechos sobre el flujo artificial del río, por el sistema de canales construidos para reunir agua de manantiales, y exigió que Chile pague una indemnización por uso de esos recursos.
Demandas y contrademandas
Las últimas audiencias por el caso del Silala se realizaron en abril de este año, cuando las partes formularon sus alegatos y tuvieron oportunidad de interpelarse mutuamente. En esas audiencias, el agente (principal representante) de Bolivia ante la CIJ, el diplomático Roberto Calzadilla, pidió a la CIJ que declare la soberanía boliviana sobre el “flujo artificial” de las aguas del Silala en su territorio, y que “Chile no posee derechos adquiridos” sobre ese flujo de agua.
Por su parte, la agente de Chile, Ximena Fuentes, pidió a la CIJ que rechace los argumentos de Bolivia y alegó que la exposición boliviana carece de base legal al hacer una diferencia entre cauces naturales y artificiales. Chile insiste en la validez del derecho consuetudinario (normas no escritas pero cuya aplicación se tornó habitual por su repetición en el tiempo) en el caso de las aguas del Silala, que considera un curso de agua internacional.
Fuentes también había pedido a la CIJ que exprese que Bolivia está obligada a tomar medidas para evitar la contaminación de las aguas, así como a cooperar y “notificar oportunamente a Chile” sobre medidas que puedan tener “un efecto adversos en recursos acuíferos compartidos”.