La investigadora Sandra Pascoe desarrolló el material en base al nopal, emblema mexicano. Es su propuesta para no contaminar el planeta.
El nopal, el cactus consagrado como emblema nacional de México por su abundancia y múltiples usos tradicionales, suma un nuevo aporte al mundo: ser la materia prima de un plástico biodegradable que ayude a disminuir la contaminación y preservar el medio ambiente.
La investigadora mexicana Sandra Pascoe desarrolló este nuevo material hecho a base de jugo de la planta, con el que se pueden fabricar objetos como envases decartables que no contaminen el ambiente.
“Quito la espina, y la pulpa es lo que someto a un prensado para obtener ese jugo, y el jugo es lo que yo utilizo”, dijo a la AFP la investigadora de la Universidad del Valle de Atemajac en Guadalajara, en el occidental estado de Jalisco. Esta sustancia se mezcla con unos aditivos no tóxicos para obtener el plástico.
Pascoe suele adquirir los nopales para sus ensayos en San Esteban, un pequeño pueblo en las afueras de Guadalajara rodeado de colinas con huertos de nopal, en el que la mayoría de sus 37.000 habitantes se dedican al cultivo del cactus, presente en el escudo nacional de México.
“Lo que hacemos es tratar de enfocarlo a objetos que no tengan largo tiempo de vida. Estamos pensando en algún tipo de desechables, envases, ese tipo de productos que no tengan tanta durabilidad, de un solo uso”, agregó.
El empleo excesivo de plásticos que tardan mucho tiempo en degradarse motivó que varias entidades de México tomen medidas al respecto. En septiembre de 2018, el Congreso de Jalisco aprobó una ley para prohibir que los negocios utilicen bolsas de plástico de un solo uso que no sean biodegradables, además de otro tipo de productos como sorbetes o artículos desechables. La aplicación de esta ley entrará en vigor a partir de 2020. Pascoe espera obtener antes de terminar el año la patente del plástico para después buscar su producción en masa. “Depende de las aplicaciones que logremos obtener, pudiera haber una transferencia de tecnología para alguna empresa que esté interesada en la explotación del producto”, dijo.
Reconoce que a pesar de ser un material amigable con el medio ambiente no es una solución integral para dejar de contaminar con materiales no reciclables ya que, asegura, no es tan rápido ni tan factible que se puedan sustituir todos los plásticos.
Solo será “un granito de arena, debe haber otro tipo de estrategias de reciclado para evitar que vayan a parar al mar, al campo o al bosque”, recalcó Pascoe.
En América Latina y el Caribe se produce aproximadamente un 10% de los residuos generados a nivel global, según datos de Naciones Unidas. En marzo, los países miembros de la ONU reunidos en Nairobi, Kenia, se comprometieron a una “reducción significativa” del plástico de uso único en la próxima década, pues cada año se vierten en los océanos ocho millones de toneladas de ese material.