Los llaman “Caballo de Troya” porque destruyen a las células malignas desde adentro y dejan intacto al tejido sano. Ya se probaron en animales.
En los laboratorios argentinos hay una nueva esperanza para la lucha contra el cáncer. Un grupo de científicos del Instituto Leloir experimenta con “virus inteligentes” que detectan tumores, se introducen en ellos y los destruyen sin dañar el tejido sano. Se trata de una original propuesta de terapia de avanzada que se podría combinar con los medicamentos que se utilizan actualmente.
“Es un virus que habitualmente genera un resfrío, que infecta las vías superiores y produce una respuesta típica de una gripe. Lo que hicimos con estos virus fue modificarles el genoma, les sacamos lo virulento y les dejamos la capacidad de infectar”, explicó Osvaldo Podhajcer, jefe del laboratorio de Terapia Molecular y Celular del Instituto Leloir e investigador del CONICET.
Antes de inocularle el virus a los animales de laboratorio, el equipo les inyecta células malignas de origen humano que desarrollan el tumor que luego será atacado. El tratamiento se pone en marcha recién cuando el tumor está totalmente diseminado, por lo que la eficacia del tratamiento no está en duda.
La metodología está en estudio hace ya tiempo en el mundo. Lo novedoso de la experiencia argentina es el trabajo con lo que en la jerga se llama el “microambiente del virus”. “Los mismos elementos que la célula tumoral reconoce para multiplicarse, se los ponemos a los virus, y la célula los toma sin problemas”, detalló Podhajcer. Así, los virus ingresan y despliegan una maquinaria productora de virus destructores en el interior de las células cancerosas. En los experimentos con animales de laboratorio, lograron inhibir el crecimiento y en muchos casos eliminar tumores humanos de páncreas y melanomas que habían sido inoculados en modelos animales.
Por esta capacidad de infectar al tumor desde dentro, los científicos argentinos llaman a la terapia “Caballo de Troya”. “El virus se multiplica dentro de la célula maligna hasta diez veces más rápido que si no le hubiéramos agregado estas regiones de censado que le permiten desplegar la maquinaria reproductiva”, señaló Podhajcer. Una vez que se elimina la célula tumoral, los virus son liberados y siguen infectando a las células que reconocen como malignas.
El equipo, integrado también por Felipe Núñez y Verónica López, empezó trabajando sobre el melanoma, el cáncer de piel más agresivo. Ahora también se ensaya en cáncer de páncreas, ovario y colon, con modelos preclínicos en animales de laboratorio. El estudio del melanoma fue publicado en The Journal of Investigative Dermatology, la revista científica de mayor relevancia en dermatología. El de cáncer de páncreas, por su parte, tomó estado público en Molecular Therapy, que edita la Asociación Americana de Terapias Celulares y Genéticas. Algunas variantes de estos Caballos de Troya están en etapas avanzadas para su posible uso terapéutico en seres humanos.
El laboratorio se levantó en el año ’97. Desde entonces, trabajamos con microbiología molecular del cáncer”, señaló el jefe del equipo de investigaciones. Y agregó: “aunque, la verdad es que si en aquel momento hubiera habido el mismo clima hacia la ciencia que hay ahora, los estudios estarían muchísimo más avanzados”.
Inversión y Equipamiento
El científico celebra que la ciencia cuente hoy con plataformas de investigación de última generación. “No existían. Las compró el Ministerio mediante una licitación y se encuentran disponibles; es un cambio cualitativo que aprovecharán los más jóvenes”, comentó.