Crece el consumo de tabaco para armar y cae la venta de cigarrillos

En mayo, se vendieron casi un 45% menos de atados que en abril. Mucha gente empezó a comprar paquetes de 10.

cigarrillo-armadosEn el universo de los aumentos, los cigarrillos son un tema aparte. Uno puede dejar de ir al teatro porque la entrada está cara, o comer menos carne de vaca si se vuelve impagable pero no es frecuente que el que carga con el vicio de fumar deje de hacerlo sólo porque le afecta el bolsillo. Sin embargo, la venta de cigarrillos en los kioscos se desplomó desde que los precios tuvieron el mayor “tarifazo” de los últimos 15 años. ¿Dejó tanta gente de fumar de golpe? No. Muchos fumadores empezaron a buscar planes B: comprar tabaco y armar los propios, pasarse a marcas más baratas o comprar paquetes de 10.
A comienzos de mayo, los fumadores se enteraron de que un Marlboro de 20 pasaba de costar $29 a $45 y un atado de Philip Morris se iba a $42. En este mes y pico, el aumento generó todo tipo de consecuencias. Por un lado, un desplome en las ventas: según la Secretaría de Agricultura de la Nación, la venta de cigarrillos de mayo fue casi un 45% menor a la de abril (177 millones de atados se vendieron en abril, 98,5 millones se vendieron en mayo). Por otro, nadie termina de tener claro cuánto cuestan los cigarrillos (ayer, el mismo atado que en un kiosco de Barracas costaba $43, costaba $47 dentro de la estación Constitución). “Además, el paquete de 10 que acá compro a $22, en Claypole, donde vivo, cuesta $30”, dice Alicia Montes, apenas baja del tren.
El tarifazo generó también un aumento de la venta de cigarrillos de contrabando: se ven manteros en la calle vendiendo cigarrillos ilegales a menor precio “y acá nos vienen a ofrecer. Son unos paraguayos, más cortitos, que valen mucho menos”, dice Silvana, una kiosquera de Barracas. “También mucha gente se cambió de marca por la diferencia de precio: un Viceroy de 20 cuesta $16 menos que un Marlboro”, dice Natalia, que atiende un kiosco sobre Montes de Oca. Otra cosa que hacen ahora es comprar paquetes de 10. Es un autoengaño, pero se ve que les sirve”.
Muchos otros fumadores se mudaron al tabaco armado. “Yo no dejé de fumar por esto. Imaginate que un fumador no deja sabiendo que le pueda causar cáncer, menos va a dejar porque le cueste $15 más. Lo que sí hice fue empezar a fumar armados”, cuenta Mariana Sartori, de Colegiales, a Clarín. “El tabaco nacional cuesta unos $70, con eso no compro ni dos atados y me dura por lo menos dos semanas. A mí me incomoda tener que estar armando por la calle pero la ventaja de esa incomodidad es que dejas de fumar los cigarrillos que se fuman sin pensar. El cigarrillo inútil que me prendía mientras esperaba el colectivo, ya no lo fumo”.
Marcos Taiana, 39 años, también migró a “los armados”: “A mí me da más saciedad, entonces fumo menos. Quisiera decir que gracias al aumento dejé de fumar pero como las adicciones van por otro lado, todavía le sigo buscando la vuelta para seguir fumando”.