Crece el suicidio adolescente y aumenta su vínculo con el acoso escolar y en redes

Mientras la incidencia de este flagelo baja en otras franjas de edad, como la de los adultos mayores, entre los jóvenes de entre 14 y 24 años se duplicó en los últimos años. Las causas.

Hay datos que desvelan a los especialistas en suicidio adolescente: uno de ellos es el que les permite comprobar de qué manera este flagelo sigue creciendo en todo el mundo, en el marco de la misma sociedad que registra una cifra menguante en suicidios de la población en general y que logró reducir sensiblemente el número de muertes de este tipo en la tercera y cuarta edad en los últimos años. La cifra de suicidios adolescentes es hoy entre tres y cuatro veces mayor que los otros indicadores mencionados en los países en vías de desarrollo, según indicaron especialistas consultados por este diario.
En nuestro país los últimos datos disponibles resultan alarmantes. El suicidio es hoy la segunda causa de muerte entre los adolescentes de entre 14 y 24 años y la cantidad de episodios de este tipo se duplicó en los últimos años, según las conclusiones del Congreso Argentino de Psiquiatría que se desarrolló a fines de abril en Mar del Plata, donde el tema ocupó una parte central de los debates y donde se propuso el desarrollo de nuevas herramientas para la prevención, entre ellas, una aplicación preventiva específica para celulares.
Es que otro de los rasgos preocupantes que advierten los especialistas en torno a este tema es su creciente vínculo con el acoso escolar y con su expresión a través de las redes sociales. Esos factores aparecen frecuentemente como antecedentes en los casos registrados. Y muchas veces relacionados con cuestiones de identidad sexual.
El tema volvió a ubicarse en el centro del debate la última semana, a raíz de la aparición en el país de al menos ocho casos en los que se investiga la presunta participación de chicos en el llamado “Desafío de la Ballena Azul”, un juego creado en Rusia y que se popularizó a través de Internet en el que se insta a los chicos a autoflagelarse y hasta a llegar al suicidio.
Uno de los casos investigados ocurrió en La Plata, donde los familiares de una chica de 12 años denunciaron que la menor se había producido lesiones en el brazo, presuntamente jugando al juego popularizado por Internet.
El reciente estreno de la serie “Por Trece Razones” en una plataforma de Internet, que cuenta la historia de una chica de 17 años que se suicida y envía cassettes con mensajes a trece personas a las que culpa por su decisión, también generó polémicas en los últimos días, al plantear una controversia sobre si se trata de una herramienta de prevención del suicidio o si difunde un mensaje peligroso.
Ambos son, en todo caso, desafíos nuevos para una problemática vieja y a la que no se logra poner freno. Los especialistas dicen que no son los únicos. En el nuevo escenario del drama del suicidio adolescente ganan cada vez más protagonismo dos elementos, al decir de los especialistas: el bullying y las redes sociales.
“Hoy, una de las causas que identificamos con más frecuencia detrás de los suicidios son cuestiones referidas a la identidad sexual en chicos que a raíz de temas de esa índole sufrieron bullying”, dice Héctor Basile, médico psiquiatra infanto juvenil y miembro de la Red Mundial de Suicidólogos.
Basile destaca que el del suicidio adolescente es un problema multicausal, que crece en todo el mundo y también en la Argentina. El número de suicidios adolescentes saltó de los más de 200 en 2001 a los más de 400 en 2004, llegando a los 800 en 2015. En la Argentina hay 12 suicidios de adolescentes cada 100.000 personas. Si se considera la población general, la tasa baja a 7,8 cada 100.000. Los homicidios, en tanto, alcanzan el 5,5 cada 100.000.
Según la provincia, la tasa alcanza los 35 cada 100.000 en el caso de Jujuy, los 23 cada 100,000 en Tierra del Fuego, los 16 cada 100.000 en Santa Cruz , los 3,2 cada 100.000 en la Provincia de Buenos Aires y los 2,2 cada 100.000 en la ciudad de Buenos Aires.
Los especialistas destacan que estas cifras podrían ser aún mayores. Se estima que hay un subregistro mundial de suicidios de entre el 20 y el 30% a causa del tabú que rodea al tema.
En cuanto a las causas, los especialistas distinguen factores neurobiológicos y sociales. Entre los primeros gravitan los antecedentes familiares, la depresión o la angustia,
Entre los sociales el que aparece por delante es una “sensación de futuro clausurado”, que asalta a los chicos que encuentran, en un momento de su etapa más vulnerable, que el presente y el futuro dejaron de tener sentido. Los hogares desintegrados, la falta de comunicación, la postergación económica, el consumo de drogas , las situaciones de desigualdad social y la ausencia de figura paterna, son algunos de los factores sociales que más gravitan.