También bajó el consumo de sal y de alcohol, pero se comen menos frutas.
La tercera Encuesta Nacional sobre Factores de Riesgo (ENFR), que mide el impacto de las enfermedades no transmisibles en el país y cuyos resultados se conocieron ayer, reveló algunos datos positivos y otros preocupantes. Entre los primeros, que el consumo de sal se redujo en un 8 por ciento entre 2009 y 2013, y que la exposición al humo del tabaco en bares y restaurantes cayó el 23,7 % en el mismo lapso.
Pero entre los desalentadores, que la obesidad y el sobrepeso aumentaron dos puntos en igual período. La medición, que se hace desde 2005 cada cuatro años y es elaborada por el ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, se hizo en base a entrevistas a 32.365 personas mayores de 18 años de localidades de más de 5.000 habitantes entre octubre y diciembre de 2013. “Se ha reducido el consumo de tabaco y la exposición al humo del tabaco en lugares cerrados. También bajó el consumo de sal, ya que menos personas la agregan a las comidas después de la cocción. Pero nos queda el desafío de reducir los índices de obesidad y sobrepeso a futuro”, dijo el viceministro de Salud, Jaime Lazovski al presentar el informe.
De acuerdo al relevamiento, el porcentaje de la población que agrega sal a las comidas después de la cocción o al sentarse a la mesa se redujo ocho puntos porcentuales, al pasar del 25,3 por ciento en 2009 al 17,3 por ciento en 2013. En tanto, el promedio diario de consumo de frutas o verduras fue de 1,9 porciones, lo que demuestra que no hubo cambios sustanciales en relación con el resultado de 2009, que había sido de dos. En los cuatro años que separan a una y otra encuesta nacional, también bajó el consumo de tabaco, en dos puntos porcentuales, al pasar del 27,1 por ciento de la población medido en 2009 al 25,1 por ciento de 2013.
En el mismo lapso, la exposición al humo de tabaco ajeno en lugares de trabajo se redujo del 34 al 25 por ciento, mientras que en bares y restaurantes hubo una disminución del 47,2 al 23,5 por ciento.
EL CRECIMIENTO DE LA OBESIDAD
Para la titular del Indec, Ana María Edwin, “esta encuesta es muy valiosa para reducir el impacto de las enfermedades de carácter crónico y no transmisible, es decir, las que no se contraen por contagio de persona a persona, sino por caracteristicas genéticas o hábitos”. “El 60 por ciento de las muertes se produce por infarto de miocardio o accidente cerebro vascular (ACV) y se prevé que para 2020 ese porcentaje alcance el 70 por ciento, lo que nos obliga a poner el esfuerzo en la prevención de malos hábitos como la falta de actividad física, o la mala alimentación”, dijo la funcionaria.
Es que según la encuesta, la prevalencia de obesidad evolucionó del 14,6 por ciento en 2005, cuando se hizo la primera ENFR, al 18 por ciento en 2009 y al 20,8 por ciento en 2013. Entre 2005 y 2009, el aumento fue del 23,3 por ciento frente al 15,6 % entre 2009 a 2013; y la prevalencia de obesidad resultó mayor entre varones y entre ellos, los de menor nivel educativo. Seis de cada diez personas registraron exceso de peso, mientras que dos de cada diez, obesidad, una epidemia mundial que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) debería cumplir con la meta de crecimiento nulo para 2025.
El trabajo también midió la cobertura de salud, ya sea la brindada en el sector público o a través de obras sociales o prepagas, y mostró una tendencia creciente al pasar del 62,4 por ciento en 2005 al 68,9 por ciento en 2009 y el 70,7 por ciento, en 2013.
Vasculares
Las cifras a nivel mundial revelan que las enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares, diabetes, respiratorias y algunos tipos de cáncer explican más del 60 % de las muertes y están en ascenso en todo el mundo, y se estima que en 2020 serán causantes del 75 % de las muertes.