El hermano de Cintia, policía que fue violada por un comisario, habló en la 99.9 sobre la situación de su hermana y la falta de respuesta de la fuerza policial y la justicia hasta el momento.
De a poco están tomando conocimiento público diferentes situaciones que padecen las mujeres que trabajan dentro de la policía. En Mar del Plata, Cintia es una policía que denuncia haber sido violada por un comisario que está actualmente en actividad pero nunca ha tenido una respuesta ni de la fuerza, ni de la justicia.
Su hermano, Cristian, decidió hablar a través de la 99.9 contando lo que les ha tocado vivir: “hace cinco años que mi hermana es policía pero ahora está con licencia y en la última junta que hicieron en policía la están por jubilar. Quedó con una discapacidad del habla, parálisis facial, está con psicólogo, psiquiatra y medicada. Tiene 38 años”.
Luego explicó que “fue violada por un comisario que está en actividad actualmente. Fue en el Operativo Sol del 2020 cuando ella pertenecía a Servicios Sociales de la Policía que se encuentra en Salta y Falucho. Ahí empezó a padecer un montón de cosas”.
Como suele suceder, la primera reacción ha sido negarlo y tuvieron que insistir en la justicia: “tenemos un abogado que nos representa, se hizo dos veces la denuncia en Asuntos Internos porque en la primera no hubo respuestas. Hay una denuncia en el Tribunal que cerraron por falta de mérito cuando hay pruebas de que abusó de mi hermana”.
La policía no le da respuesta a la familia que incluso hoy se tiene que hacer cargo de todo el tratamiento médico que necesita Cintia: “nunca nadie se acercó a nosotros desde la policía. Los psicólogos, los medicamentos los tenemos que solventar nosotros. Por el contrario siempre apuntaron a mi hermana con el dedo, ella está así y este hombre está en actividad. Mi hermana no me puede abrazar, tiene a sus hijos, a mi vieja, es todo muy duro para la familia. Ha recibido amenazas por parte de esta persona, es muy complejo”.
No sería el único caso de violación en la policía pero ninguna se anima a denunciar estas situaciones que de a poco se empiezan a visibilizar: “tengo entendido que hubo otros casos que no quieren hablar por miedo. Hay una parte que la apunta con el dedo, es un ámbito muy cerrado a punto tal, que las propias chicas que les podría pasar lo mismo dentro de la fuerza, la señalan con el dedo”.